Esta Ruta de las Estelas Romanas es una propuesta accesible, atractiva y enriquecedora para amantes de la historia, el patrimonio y la arqueología, que te acercará al pasado romano de Aliste, admirando vestigios integrados en su tejido urbano. Pues la localidad de Rabanales posee una de las mayores concentraciones de material epigráfico romano de la provincia de Zamora, compuesto por muchas estelas funerarias, así como una titulatura imperial.
La ruta, de 1,7Km (ida y vuelta) accesibles en silla de ruedas, se inicia junto a la iglesia de El Salvador, donde aprovechamos para fotografiar este sencillo crucero que preside la plaza, para compartirlo con nuestros amigos de “Cruceiros de Galicia”.
Aquí nos topamos con el PANEL DE INICIO, explicativo de la ruta. Donde se nos informa además: que las estelas epigráficas son textos funerarios romanos grabados en el siglo I d.C. sobre piedras que se colocaban erguidas verticalmente sobre los restos de la persona difunta. O que el municipio de Rabanales cuenta con 6 castros (el de La Encarnación, en Mellanes, fue objeto de excavaciones arqueológicas por parte de Zamora Protohistórica).
También nos refiere sobre la historia de esta IGLESIA PARROQUIAL DE EL SALVADOR, ya que en sus paredes se han identificado un total de 11 fragmentos de estelas romanas, de las cuales seis conservan aún texto. Así mismo, en su interior se encuentran otras tres estelas y un altar. Completa este conjunto el par de monolitos fálicos de la cultura megalítica expuestos en la fachada este.
Y por último, se nos invita a visitar el MUSEO DE LOS CASTROS DE ALISTE para saber más acerca de los zoelas, el pueblo indígena prerromano que habitó este territorio entre los siglos V-I a.C. antes de la llegada de los romanos y los poblados donde vivieron.
El PRIMER PANEL del recorrido nos describe lo que veremos en la fachada
este de la iglesia.
La ESTELA DE VALERIO RUFINO, que todavía conserva en la cabecera un roleo de 12 brazos. La
decoración inferior posee arcos de herradura separados por dos columnas. En las
tres líneas con letras capitales se lee: VAL·RUFINO / ATTIANUS RUFUS / PATRI (A
Valerio Rufino, Attiano Rufo a su padre).
Y la ESTELA DE MAGILO, epitafio que conserva desgastada la parte superior del campo epigráfico
donde se puede leer MAGILO / ESARI· F· (A Magilo, hijo de Caesaro).
Se describe que los dos MONOLITOS FÁLICOS anteriormente
mencionados, bloques vinculados a ritos de fertilidad y/o virilidad, fueron
seguramente hallados en el yacimiento de El Castrico. El más grande conserva una acanaladura en
la parte superior imitando el aspecto de un falo. Hay otro similar en el pueblo
de Ufones. En el concilio de Braga (561) se prohibió oficialmente su adoración
que perduró probablemente en el folclore popular.
También se detalla que en el INTERIOR DE LA IGLESIA destacan una cabecera de estela, los epitafios de Alión; Aunia y Balaeso; un relieve figurativo enmarcado por una orla sogueada que encierra
un elemento parecido a una hoja, de forma similar a una pieza exterior,
sujetada posiblemente por una paloma; un ara; así como una gran losa en el suelo del atrio que pudo corresponder con
un gran epitafio todavía por descifrar completamente.
Y para finalizar, indica que en la fachada sur del crucero hay otra pieza, único
ejemplo conocido de ESTELA BÍSOMA de todo el
corpus de esta localidad.
El SEGUNDO PANEL se refiere a los situados en la fachada norte de
la capilla, donde se observan dos estelas funerarias.
Una sólo conserva el campo epigráfico que identifica al individuo al que
perteneció, QUINTUS, sin la parte
decorativa inferior ni la cabecera, decorada posiblemente con un roleo. Se lee:
QVINTO VIBI F· AN XXV (A Quintus, hijo de Vibio, de 25 años).
La otra, entre la pared de la capilla y la del crucero, sólo conserva una
sección de la parte decorativa. Aunque no es legible destaca por su relieve que
recuerda a las decoraciones que representan COLUMNAS Y ARCOS DE HERRADURA situados en la parte inferior del campo epigráfico
de una estela.
El TERCER PANEL explica los
de la fachada norte del crucero, pared donde se conservan tres estelas legibles
(Potitus, Aunia y Cloutius) y una estela anepigráfica (sin texto).
La ESTELA FUNERARIA DE POTITUS posee dos cartelas excavadas. La superior está decorada con una roseta
de 12 brazos y una moldura en el borde. Al haber sido cortada, no conserva su
decoración inferior. Las letras mayúsculas de 7cm nos trasmiten el siguiente
mensaje: POTITO / ALIONI / F· AN· XXC (A Potitus, hijo de Alionus, de 80 años).
La ESTELA FUNERARIA DE CLOUTIUS muy erosionada, legible solo por la mañana. Se aprecian restos de 12
brazos en la cabecera de la roseta y se lee : CLOUTIO / TRITI / F· AN· XXXIII (A
Cloutius, hijo de Tritius, de 33 años).
La ESTELA FUNERARIA DE AUNIA conserva dos cartelas excavadas, la superior decorada con un roleo de 12
brazos dentro de una moldura circular, un cérvido y un motivo arquitectónico de
arcos y columna. Las letras de 5 cm nos trasmiten el siguiente mensaje: AUNIAE
/ TURAI / F· AN· XXV (A Aunia, hija de Turaio, de 25 años).
La última es la ESTELA ANEPIGRÁFICA que no conserva su texto, ya que pudo haberse rebajado, otra posibilidad
es que se tratase de un texto pintado que se ha borrado, o que nunca llegara a
grabarse.
Este CUARTO PANEL hace mención a los Relieves figurativos (siglo
VI o VII d.C.) con una función decorativa y no funeraria. Forman parte de la
misma pieza y provienen probablemente de un cancel visigodo (una losa grande de
piedra que separa el presbiterio de la iglesia). Las decoraciones sogueadas a
modo de marco hacen pensar que podría provenir de un edificio religioso
construido donde se hubiera ubicado anteriormente la necrópolis romana.
En este del exterior de la iglesia, vemos esculpida la figura de una cabra o más
probablemente de un ciervo, con un pájaro sobre el lomo o una hoja agarrada en
la boca. Encima del marco se intuyen las pezuñas de otro animal (dispuesto en
un panel superior) o dos pájaros posados sobre la orla de rayas angulosas u
orla sogueada.
Iniciamos nuestro recorrido hacia la siguiente parada, pero no sin antes
dejarnos sorprender por un detalle muy especial…, esta curiosa piedra que preside
la fachada de una casa. No sé si ya estamos hechizados por la atmosfera romana
que nos envuelve, que vemos piezas de esa época por cualquier lado.
El QUINTO PANEL informa sobre una CABECERA CON ROLEO.
Se encuentra seriamente dañado por una sección diagonal impidiendo la
observación completa del bajorrelieve con moldura del roleo de 6 brazos. Bajo
la decoración circular de la cabecera se conservan un pequeño rehundido
rectangular y el inicio del campo epigráfico que recogiera el nombre del
difunto.
No muy lejos nos toparemos con el SEXTO PANEL, dedicado a la ONOMÁSTICA
DE LAS ESTELAS FUNERARIAS. La onomástica es
la disciplina que estudia los nombres propios. En las estelas con textos de al
menos dos líneas suelen aparecer dos nombres: el del difunto y el de su padre,
y según el origen de los nombres, las estelas son de onomástica latina, celta o
mixta.
Aquí, ubicada debajo de una ventana, descubriremos la ESTELA DE CADARNA, conservando dos de los elementos característicos de una pieza
epigráfica con función funeraria: la cabecera con decoración y parte del campo
epigráfico. La cabecera semicircular está ornamentada con un gran roleo de 12
brazos con moldura circular. Bajo el roleo se tallaron dos rebajes en forma de
escuadra. Del campo epigráfico solo se conservan unos 20 cm de altura con parte
del texto dedicado a la persona difunta: dos líneas escritas en letra capital
cuadrada de 6 cm donde se lee CADARNAE / ELAESI F· (A Cadarna, hija de Elaeso).
Enseguida llegamos al SÉPTIMO PANEL, referido a la EPIGRAFÍA Y
MUNDO FUNERARIO. En él se explica, que la mayoría de las piezas epigráficas
conservadas en Rabanales (excepto la dedicatoria imperial), tienen una función
funeraria. En ellas se encuentran varios elementos simbólicos vinculados al más
allá. El roleo (astro solar con brazos), los arcos y columnas, las espadas y
los ciervos son elementos iconográficos que representan la naturaleza cíclica
de la existencia, la progresión y trascendencia de la vida y la muerte, o la
longevidad.
En el lugar de El
Castrico, se ubicó un asentamiento romano datado entre los siglos I y II
d.C. La necrópolis de este asentamiento romano no se ha encontrado, pero las
numerosas estelas funerarias que han sido reubicadas en la iglesia y en las
calles de la localidad indican su proximidad. Normalmente las necrópolis se
situaban fuera del entorno urbano romano a modo de diferenciar el espacio de
los vivos del espacio de los muertos. Por lo que es muy probable que la
necrópolis se encontrase justo debajo del actual pueblo de Rabanales.
En este punto de la ruta vemos otra CABECERA
CON ROLEO, del que sólo se ha conservado el elemento decorativo de la
pieza: la cabecera semicircular de una estela con moldura exterior y la
característica decoración con un roleo de 12 brazos. Toda la decoración se encuentra
en un espacio o cartela también semihundida.
Disfrutando de este recorrido por el pasado romano de Rabanales, pasamos
junto a la FUENTE DE LOS CAÑOS Y LOS ANTIGUOS LAVADEROS PÚBLICOS donde
el agua aún brota como lo hacía siglos atrás, un atractivo lugar lleno de vida
y memoria que nos hablan de costumbres y encuentros cotidianos, cuando el
lavado de ropa era también un momento social.
Este recorrido entre callejuelas tranquilas y casas de piedra, nos lleva ahora hasta la Casa del Cura (actual MUSEO ETNOGRÁFICO DE RABANALES), donde un grupo de mujeres y hombres se divierten jugando a la petanca entre risas, charlas y lanzamientos precisos. Es una escena sencilla, sí, pero profundamente auténtica. Porque en Rabanales, la historia no solo se conserva en sus piedras: se vive cada día, en los gestos, en las costumbres, en la convivencia que da sentido a un pueblo con raíces fuertes y espíritu acogedor. Allí se sitúa el OCTAVO PANEL, concerniente a la arquitectura romana. Espacio que alberga tres piezas arquitectónicas romanas procedentes del asentamiento romano de El Castrico: tres partes diferentes de tres columnas distintas, datadas aproximadamente entre los siglos I y II d.C.
Esta BASA DE COLUMNA de granito quizás formó parte del pórtico de
entrada de un gran edificio público. El rebaje superior que podemos observar se
realizó más tarde para acomodar un poste de madera y darle a la pieza otro uso
religioso o etnográfico.
El capitel, posiblemente una versión local del orden toscano, conserva
parte del fuste liso y del collarino, y pudo contener una inscripción que hoy
no es visible.
El fuste liso de columna es de granito rojo. La materia prima indica que
no fueron ni de la misma columna ni del mismo edificio. Sus dimensiones (36 cm
de diámetro) indicarían que quizás formaron parte de las áreas abiertas
porticadas de casas particulares (domus) del siglo I-II d.C.
El cercano NOVENO PANEL, nos cuenta sobre un CAPITEL DE COLUMNA
que pudo formar parte de espacios privados como los atrios de las domus (casas
romanas), o públicos como parte de pórticos en basílicas, templos, foros...
Continuaremos el recorrido atravesando la ZA-P-1407 y siguiendo de frente
por la ZA-P-2435. En este tramo de 250 metros sin aceras accesibles, es fundamental
extremar las precauciones, al tener que circular por el borde de la carretera. Recomendamos
hacerlo con luz diurna, y si es posible, acompañado, ya que se trata de una vía
compartida con vehículos, tanto aparcados en los arcenes, como circulando por
la calle.
Así llegaremos al DÉCIMO PANEL, alusivo a la TITULATURA
IMPERIAL, una de las piezas epigráficas más relevantes de Rabanales, no
solo por su importancia histórica sino por el debate abierto sobre su función y
cronología.
Debemos advertir que nos fue difícil de ubicar, pues forma parte de la
pared de una casa particular en ruinas, que fuera antiguamente la ermita de
Santa Catalina. Ya que se encuentra en posición horizontal, conformando los
sillares de la esquina izquierda del muro donde está el panel que nos explica
que, estamos ante un epígrafe con la titulatura del emperador Augusto, donde se
puede leer: CAESA F· AVG. Varios expertos proponen completar el texto de dos
maneras diferentes: “Al emperador César Pío Féliz Augusto” o “El emperador
Augusto hijo del divino César”.
Continuaremos ahora hasta el ÚLTIMO PANEL, referente a las excavaciones
arqueológicas en El
Castrico, yacimiento romano altoimperial (s. I-II d.C.) situado en un área
de 7 hectáreas de trabajos agrícolas al noreste del actual pueblo de Rabanales.
Hasta la fecha, resulta el caso mejor conocido en Aliste de un asentamiento
urbano romano estable. Algunos estudiosos han querido ver en él Curunda, la
mítica capital de los zoelas, el pueblo indígena prerromano que habitó este
territorio entre los siglos V-I a.C. antes de la llegada de los romanos; o
también una mansio de la Vía XVII Romana que pasa por el norte de la comarca,
ya sea Caesara (por el miliario de San Vitero) o Compluteica (siguiendo el
itinerario de Antonino). Pero nada de ello está confirmado.
Sin duda alguna, en nuestra memoria siempre guardaremos este Rabanales
con alma romana.
TODA LA INFORMACIÓN FACILITADA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE
LOS SIGUIENTES ENLACES:
https://es.wikiloc.com/rutas-a-pie/ruta-de-las-estelas-romanas-rabanales-zamora-114340959
https://zamoraprotohistorica.jimdoweb.com/
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