WAMBA, VALLADOLID

En nuestro viaje por tierras vallisoletanas, decidimos conocer la localidad de Wamba, que curiosamente es el único municipio de toda España cuyo nombre comienza por la letra W, y que se convirtió por derecho propio en uno de los principales territorios de los visigodos en tierras hispanas.

El rey Recesvinto falleció en el año 672 en la población llamada Gérticos, acomodada en el valle del Hontanija, en la comarca de los Montes Torozos, a unos dieciocho quilómetros de Valladolid. Según algunos se conjetura que eligió este lugar para terminar sus días, ya que de aquí era oriundo. Tras su defunción, en este mismo lugar y unos días después, nombraron como sucesor suyo a Wamba, el 21 de septiembre de 672, en contra de su voluntad. Desde ese momento, Gérticos adoptó el nombre de Wamba, que perdura hasta la actualidad. 

Wamba fue el último rey que dio esplendor a los godos, tanto política como clericalmente. Él fue, según la tradición, quien después de derrotar la rebelión de Narbona, Francia; trajo desde allí las reliquias del mártir y príncipe visigodo Antoninus de Pamiers , San Antolín, ejecutado en Toulouse a fines del siglo V. Depositándolas en lo que después fue LA CRIPTA DE SAN ANTOLÍN de la CATEDRAL DE PALENCIA.

Su muerte fue un tanto dramática, se habla de una conjura palaciega, pues la política del Wamba no gustaba ni al clero ni a la misma nobleza laica, al impedir el aumento de su patrimonio. Testimonios contemporáneos recuerdan que el 14 de octubre del 680, Wamba, sintiéndose enfermo de muerte, pidió recibir la penitencia canónica y la tonsura eclesiástica, que lo inhabilitaban para reinar. Al mismo tiempo firmó documentos en los que designaba como sucesor suyo al noble Ervigio e instaba al arzobispo de Toledo, Julián, a ungirle como Rey, lo que tuvo lugar el 21 de octubre. Posteriormente Wamba se repondría de su dolencia y, con evidente disgusto, se retiró a un claustro monacal, posiblemente en Pampliega, viviendo según cuentan hasta finales del 681. Una fuente asturiana de finales del siglo IX afirma, que todo se trató de un complot capitaneado por el propio Ervigio, que administró un narcótico a Wamba, poniéndole así en trance de muerte, más la muerte real llegaría en el año 688. Tras su fallecimiento comienza el declive del pueblo visigodo en la Hispania.

Plaza de ayuntamiento de Wamba.

Lo más destacado de la localidad es la iglesia de SANTA MARÍA DE WAMBA.

En el lugar de la actual iglesia pudo existir una anterior, visigoda, a juzgar por algún resto decorativo conservado en el Museo de ValladolidDe los restos de época visigoda podemos observar un interesante capitel bizantino de finales del siglo V, convertido en pila de agua bendita, que pudiera haber inspirado a los tallistas de los capiteles más interesantes del mozárabe de la zona.

Parece probable que durante la repoblación de esta zona se reconstruyera la iglesia allí existente desde los tiempos de Recesvinto. Por sus características, debió ser la primera iglesia mozárabe de la zona y posiblemente, a diferencia de otros lugares próximos, como San Cebrián de Mazote, Wamba fuera repoblada por gentes que provenían del norte, ya que se trata de un edificio mucho más próximo a las influencias visigodas y asturianas que a las que pudieran aportar los cristianos que provenían de al-Ándalus. 

De la iglesia mozárabe del s. X sólo se conserva la cabecera triple, el primer tramo de las naves y el muro norte completo, mientras el resto fue sustituido y ampliado a finales del siglo XII.

Triple cabecera con marcados arcos de herradura.

En el muro de la capilla mayor vemos unas pinturas protorromanicas.muy interesantes, formadas por ocho medallones con motivos semejantes a los del friso superior de Quintanilla de las Viñas, en Burgos, rodeando dos cruces. En principio, a pesar de que el motivo de los medallones parece mucho más antiguo, se considera que las pinturas son del siglo XI, o incluso de principios del XII, al relacionarlos con los medallones de las águilas de SAN BAUDELIO DE BERLANGA.



Y en la pared del lado norte, por encima del paso hacia la capilla de la nave del evangelio, vemos una pequeña cavidad con puerta que acoge un sagrario.  

Dentro de esta capilla norte, nos llamó la atención en uno de los muros una hermosa cruz de la victoria, al estilo de la que vimos en nuestra visita a la Cámara Santa de la CATEDRAL DE OVIEDO.

En la capilla sur de la cabecera mozárabe destaca un cristo del siglo XVI-XVII y una sepultura en el suelo.


La decoración esculpida en esta parte, se reduce a los frisos de tipo seudocorintio (de cierto parecido con algunos elementos de SAN FRUCTUOSO DE MONTELIOS) que se observan situados debajo de los cimacios del arco de entrada al ábside sur; la moldura triple que decora la parte inferior de los cimacios de todos los arcos, que recuerdan a la existente en la parte superior de los de Santa María de Melque; y las impostas formadas únicamente por un resalte rectangular, que marcan el comienzo de las bóvedas de cañón.



Desde la mitad del siglo X hasta el XII, el monasterio desaparece de la documentación. Solamente reaparece en el siglo XII, exactamente el 10 de junio de 1140,  cuando la infanta de castilla, Sancha Raimúndez dona el monasterio y sus posesiones a la orden de San Juan de Jerusalén, que funda un hospital de peregrinos. En esa época, se construye el claustro, rodeándolo con algunas edificaciones, y se levanta el campanario sobre el crucero del templo.

De la reconstrucción de los Caballeros Hospitalarios es el baptisterio, al que se accede por una puerta que se abre en el muro del evangelio. Antigua capilla cubierta por bóveda de crucería del siglo XIII, que se apoya sobre ménsulas. De ese mismo periodo es la Pila Bautismal por inmersión que allí vemos.

La sala contigua al baptisterio, de época posterior, se conoce como capilla de Doña Urraca.

​ Esta estancia, que formaba parte ya del claustro, se comunica con el transepto por su parte norte y antes pudo ser la sacristía. Está cubierta con bóveda de arista, sustentada por una columna central, que nos recuerda al árbol de la vida, que se identifica con la palmera, como en SAN BAUDELIO DE BERLANGA, aunque no comparable en tamaño. Árbol del que se decía tenía propiedades curativas para quienes la tocaban.

En esta iglesia fue sepultada la reina, esposa del rey Fernando II de León y madre del rey Alfonso IX de León, que había ingresado como freira en la Orden de San Juan de Jerusalén. En la llamada capilla de la Reina se halla colocado un epitafio, posterior a la defunción de la reina Urraca de Portugal, en el que se relata que dicha reina, hija de Alfonso I de Portugal y de su esposa Mafalda de Saboya, recibió sepultura en dicha iglesia.

Cruz de los Caballeros Hospitalarios de San Juan

En el lugar donde estuvo el claustro del monasterio, se halla un gran patio donde han parecido un buen numero de sarcófagos. 

A un lado, en una pequeña y abovedada sala, llamada CAPILLA DE LAS ÁNIMAS, encontramos un sorpréndete Osario.

 En él aún se conservan parte de las más de 3000 calaveras de esqueletos depositados a lo largo de los siglos XIII al XVII

En la década de los 50 del pasado siglo XX, fueron analizados por el Doctor Marañón, quien se llevó una gran parte de los mismos a la Universidad Complutense de Madrid y todavía no han sido devueltos.

Como anécdota, pasar una noche en este lugar, fue el premio ganado por unos concursantes en el popular programa televisivo Un, dos, tres, responda otra vez; aunque si lo visitaron, no llegaron a quedarse a dormir.

En una de sus paredes se puede leer el siguiente epitafio: "Como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás".

 Es el único que conocemos en España, aunque no de la península ibérica, pues nos recuerda al osario de Évora, en Portugal.


En el siglo XIII se reforma la nave, conservando la cabecera y el transepto del antiguo templo y creando una esbelta sala tardorrománica a los pies de la iglesia, integrada perfectamente con el espacio prerrománico. Se adosan al sur de la iglesia un atrio y una sacristía. Se abren nuevos ventanales, dotados de vitrales y se instala un coro alto a los pies del templo.


Las tres naves, de época tardorrománica, son de tres tramos. ​Se separan por arcos formeros apuntados, sustentados por pilares de sección rectangular, con las esquinas achaflanadas y decorados con botones estriados. Los pilares presentan restos de policromía, predominando los tonos ocres y rojos. Cada pilar lleva dos columnas adosadas casi exentas. 


​Los capiteles románicos de estas columnas se decoran con temas bien historiados, con alusiones a los dogmas ilustrados en el románico.

Adán y Eva

El mal.

El capitel del Juicio Final, San Miguel pesando almas con el diablo. Representado por la psicostasis o pesaje de las almas. El diablo haciendo trampas, poniendo la pata sobre la balanza, para tratar de ganar el alma del infortunado.


 

Animales afrontados.

Y las labores que favorecían a formar la colectividad de la época en el territorio.

El zapatero. Curtidor. 

 Un hombre curtiendo cuero con la boca flanqueado por unas tijeras y una bota. A primera vista, parece un hombre hambriento que devora un bocadillo, más si nos fijamos un poco más, a la derecha vemos unas botas y las herramientas propias de un zapatero. Nos lleva a entender, que el personaje está dando saliva a su producto para facilitar su trabajo.


El esquilador. Pastoreo.

En la Edad Media, la lana era uno de los productos con la actividad más importante de la economía, influenciada por la invasión musulmana, que introdujo en el país su gran experiencia de la trashumancia y aprovechamiento de los pastos.

La raza merina fue un monopolio español gracias al control que ejercía el Honrado Concejo de la Mesta (1273-1837); sus rebaños alterarían el paisaje de la meseta y los ganaderos alcanzaron importancia suficiente para influir sobre la historia política de la nación.




En los muros de las dos naves laterales se abren dos interesantes arcosolios que podían alojar sendos sepulcros: El que vemos en el muro del lado norte es del siglo XIV. Tiene arco apuntado sobre columnillas de capiteles vegetales y en su tímpano hay una pintura al fresco de la Visitación de finales del siglo XV.



El del lado sur muestra el arco apuntado más decorado.



En este lado sur, también se aloja un retablo de estilo flamenco del siglo XVI, en el que se encuentran los restos de Andrés de Arroyo y su esposa.



Está dividido en dos cuerpos y tres calles, que representan la Epifanía en la escena central superior, y a Santa Lucía y los Santos Pedro y Pablo, en dos tablas. En la parte inferior se representan el Santo Entierro y San Juan Bautista.


Finalizada la visita interior, nos dirigimos a admirar la preciosa portada románica que se abre a poniente, formada por un tímpano y tres arcos de medio punto abocinados, con arquivoltas decoradas con motivos geométricos y la intermedia polilobulada. Surgen de seis columnas de fuste cilíndrico con capiteles y todo está protegido por un guardapolvo con pequeñas incisiones en forma de lóbulos. Por encima, protegiendo el ingreso, un vuelo con tejas soportado por once canecillos. Más arriba, un óculo centrado en un rebaje cuadrado de la fachada, coronado por una cruz a modo de antefija.

Esta fachada presenta una rica escultura monumental en la portada y en los canecillos del voladizo superior. 

 

Los canecillos del alero son once y representan cabezas de animales y personas sacando la lengua en actitud burlesca.

En la parte superior de la apertura, dos ménsulas, que ejercen de dintel para soportar el tímpano, a modo de mochetas representan dos caras barbudas mordiéndose la punta de la barba.


Las mochetas que sostienen el tímpano llevan dos toscos mascarones humanos.


En el tímpano, una faja de florones de ocho pétalos con perlitas en los nervios siguiendo la arquivolta, otros de once pétalos con los nervios resaltados decorando, dos y dos, el resto del tímpano, y un escudo circular con una flor de cuatro pétalos en forma de cruz, en el centro en la parte superior. El tímpano lleva la inscripción ERA MCCXXXIII, que corresponde al año de la finalización del templo, 1195.


Restos de policromía.

Los capiteles presentan decoración escultórica con motivos vegetales y temas animalísticos (dos salamandras enroscadas, dos pavos afrontados bebiendo una copa de vino).




Salamandras enroscadas.


Columnas del lado derecho, pavos afrontados.

En el siglo XVIII, la transformación de la Orden de San Juan de Jerusalén en la de Orden de Malta, incrementa la pujanza de la Encomienda de Wamba. Se adosan al sur de la iglesia un atrio y una sacristía, se abren nuevos ventanales, dotados de vitrales, y se instala un coro alto a los pies del templo. 


Así finalizamos nuestra visita a esta maravillosa joya arquitectónica, esperando haber despertado el interés por visitarla.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Wamba_(Valladolid)

https://www.lugaresconhistoria.com/wamba-valladolid

http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=recesvinto-rey-visigodo

https://www.turismo-prerromanico.com/monumento/santa-mara-de-wamba-20130411152814/

https://m.arteguias.com/iglesia/santamariawamba.htm

http://www.jdiezarnal.com/santamariadewamba.html

https://www.asturnatura.com/turismo/iglesia-de-santa-maria-de-wamba/2804.html

https://wamba.ayuntamientosdevalladolid.es/el-municipio/de-interes-turistico/-/asset_publisher/EWAubsEjoXp7/content/str_turismo_179

https://www.urbipedia.org/hoja/Iglesia_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_Wamba

https://www.youtube.com/watch?v=7iX9wf5-EXo

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