SAN MARTÍN DE FRÓMISTA, PALENCIA


Llamada anteriormente Frómista del Camino, se ha apuntado su derivación del término latino frumentum (trigo) que haría alusión a su condición de tierra de trigo y cereales.


La población de Frómista, pertenece al partido judicial de Carrión de los Condes, al norte de Palencia, próxima al CANAL DE CASTILLA.

Por aquí pasaron primeramente los vacceos (tribu prerrománica), los romanos y los visigodos, para finalmente ser arrasada por los musulmanes.

Con el auge del Camino a Santiago en el siglo XI, Frómista volvería a resurgir en el camino de la historia.

Destaca en el término el deslumbrante templo dedicado a San Martín de Tours, un oratorio fundado en la segunda mitad del siglo XI situado en el Camino de Santiago.

Pertenece al estilo románico y considerado como uno de los principales prototipos de románico europeo; es una de las construcciones según, García Guinea, del "Románico Dinástico", que fue edificado por los monarcas y continuados por sus familiares en el más bello románico español, comprometidos en dejar sus impostas, como: Leyre, Jaca, Loarre, SAN ISIDORO DE LEÓN, SANTIAGO DE COMPOSTELA, Frómista, SAN ZOILO DE CARRIÓN y Nogal de las Huertas son los templos que fruto de ese empeño han llegado hasta nosotros.

En 2015, se aprueba por la Unesco y la Unión Europea la ampliación del Camino de Santiago en España, pasando a incluirse Frómista en este reconocimiento.

La iglesia de San Martín de Frómista, fue en su origen un monasterio benedictino, construida en la segunda mitad del siglo XI, fundada por la reina  doña Mayor de Castilla, viuda de Sancho Garcés III de Pamplona, ascendientes del rey Fernando I de León,

Las primeras noticias en las que se hace referencia a esta iglesia datan del año 1066, en el que ya se había iniciado su construcción.

En el año 1118 el monasterio deja de ser benedictino para pasar a la orden de los cluniacenses y depender del MONASTERIO DE SAN ZOILO, en Carrión de los Condes.

La apariencia exterior de la Iglesia de San Martín de Frómista es característica del periodo románico en que fue construida. Sobre sus naves, en el transepto, destacan el cimborrio sobre el crucero...

...con las imágenes de los cuatro evangelistas en su base cuadrada, elevándose hacia su linterna octogonal,...  


... y las dos torres cilíndricas a ambos lados de la fachada principal, en la de la izquierda en la actualidad, se puede ver la figura de un gallo a modo de quimera, situada en la cresta de la torrecilla.
 


De la antigua entrada al husillo de la torre, se conserva un crismón de seis brazos, posiblemente de la fábrica original.



La torre de la derecha, fue renovada, por estar completamente devastada.


Las tres naves, con bóveda de cañón, la central más ancha y alta que las laterales, terminan en tres ábsides circulares. 

En el ábside central encontramos en el centro y sobre el altar, un Cristo de finales del siglo XIII ...

...y a ambos lados dos esculturas exentas, una de ellas representando, a San Martin de Tours talla del siglo XIV,...

... y la otra a Santiago peregrino obra del siglo XVI,...

...así como una mesa de altar en piedra reformada sobre la base de la original, con piezas reaprovechadas de la misma época, consiste únicamente en una gran losa de cantería, sostenida por cinco apoyos aislados de sección poligonal rematado por capiteles, de los cuales subsisten dos.

FOTO EXTRAIDA DE:
 httpwww.lafronteradelduero.comImagenesmaa_fromista_san_martinaltar.jpg

Posee cuatro tramos en sus naves, separados por otros tantos pares de pilares cruciformes con semicolumnas adosadas y transepto.

Desde el exterior se ven sus muros de piedra, con escasos ventanales, menos en las bóvedas de los altares, que son de un admirable estilo románico.

 

En las fachadas, a modo de cornisa, se extiende un adorno ajedrezado de piedra a diferentes alturas. Además, bajo los aleros de las puertas y tejados hay más de 300 canecillos historiados, representando animales, seres humanos, vegetales y seres mitológicos o fantásticos.

El templo tiene tres entradas, la de la fachada norte, la más ricamente adornada de todas, sería el de acceso principal de los fieles y no debe ser casual que los iconogramas moralizantes (soberbia, avaricia, lujuria) se encuentran en los capiteles de esta portada septentrional, que insta en el advertimiento de estas mismas infracciones.


En el capitel izquierdo se escenifican dos de los pecados capitales: la lujuria y la avaricia. Sus representaciones son típicas del románico y el lugar elegido para su exhibición también. 

En la cara externa puede apreciarse el conocido icono de la lujuria en forma de mujer desnuda a la que dos serpientes muerden los pechos. En el ángulo de la cesta se adivina al demonio instigando al pecado.

FOTO EXTRAIDA DE:   httpwww.lafronteradelduero.comImagenesmaa_fromista_san_martinportada_norte_cap_izd.jpg INTEREIOR CAP. IZD.

 En la cara interna parece distinguirse un hombre, el avaro, de cuyo cuello cuelga una bolsa en la que supuestamente guardaría su tesoro. 

Ejemplo que vimos también en el capitel izquierdo de la iglesia románica gallega de SAN PEDRO DE BEMBIBRE.


Se completa la ornamentación de la cesta con caulículos y la del cimacio con veneras en cuyo interior se enmarcan palmetas. En el vértice debió haber habido una bola de forma similar a lo que sucede en el otro capitel pero ha desaparecido. 

FOTO EXTRAIDA DE: httpwww.lafronteradelduero.comImagenesmaa_fromista_san_martinportada_norte_cap_izd.jpg FRENTE

Como el resto de esta portada el alero es todo él original. Estos son algunos de sus canecillos.

Cabeza de animal devorando a un humano del que ya ha tragado, o expulsado las extremidades inferiores,

 transmitiendo su rostro de satisfacción.


Hombre barbudo, acuclillado cogiéndose las rodillas con las manos.



Interior puerta norte, a la izquierda, entrada a la torre.

 La de la portada sur, actual puerta de entrada al público y antigua puerta de acceso desde el monasterio, que avanzado el siglo XII se llevó a cabo en el brazo meridional del transepto, quizá sustituyendo a otra más simple, cegada y muy destruida, fue recompuesta rebajándose su resalte sobre la línea de fachada.


 En su nueva configuración fue dotada de jambas, arquivoltas y un cornisamento con modillones, prescindiéndose de columnas y capiteles.



RESTAURACION.

 Para el arquitecto-restaurador, la del transepto sur se trataría de la única puerta coetánea a la fábrica primigenia.

FOTOS EXTRAIDAS DE:
 httpwww.lafronteradelduero.comImagenesmaa_fromista_san_martinMAA-013-01.jpg

PUERTA SUR DEL TRANSEPTO,DONDE ESTABA UBICADA LA SACRISTIA.

Y la portada oeste, neorrománica procedente de la restauración del siglo XIX de la que se pone en duda que existiera como tal, pues el muro estaba casi desaparecido antes de la restauración, mas tras los estudios realizados por Aníbal Álvarez, exponen que en origen, la iglesia de Frómista hubiera contado con un cuerpo occidental. Así se pudiera desprender de la segunda memoria del proyectista, “... no se encuentran vestigios ni señales en otra parte del edificio más que en esta fachada que puedan indicar enlace de la Iglesia con el convento, de donde deducimos que la citada fachada debía estar oculta a los extraños por construcciones del convento”.

De este modo estaríamos ante una iglesia con una portada meridional que según la tradición post-carolingia adoptada por los cluniacenses, llamada galilea, cobrando además mayor lógica las torres de los ángulos.

La actual fachada, de estilo paleocristiano, con techado a dos aguas, con un friso donde descansan canecillos y reposa una antefija, se completa con una ventanita doblada y dos pequeños óculos. 

Tejaroz, sobre el portón de similar factura que los de las portadas sur y norte, sostenido como aquellos por nueve canecillos.

Mujer desnuda con un niño en el regazo que en visión moderna pudiera parecer una niña con su marioneta.


Personaje sentado con una mano en la rodilla y la otra sobre el lado izquierdo del pecho.

Personaje con vestimenta tupida, llevándose las manos a la cabeza

Animal de enormes fauces al que le faltan las cuatro pezuñas

La proximidad con el monasterio de SAN ZOILO DE CARRIÓN, que contaba con una estructura de este tipo, se muestra como una imprescindible referencia.

A lo largo de los ocho siglos siguientes a su fundación, momento en el que la iglesia tendría una apariencia globalmente igual a la que ahora posee, se fueron produciendo en ella transformaciones formales y estructurales, unas por devastación, como la destrucción de la torre-husillo del ángulo suroccidental, otras por añadidos bajo supuestas necesidades funcionales, todas las cuales alteraron no sólo su morfología sino también sus condiciones de estabilidad.

Se había elevado sobre el cimborrio un cuerpo de campanas, se había construido una torre exterior y un pasadizo que desde ella ofrecía acceso al campanario, se habían adosado capillas y una sacristía, se habían prolongado las naves con un espacio dedicado a baptisterio, capilla funeraria y almacén que soportaba sobre sí un coro, y se había protegido la entrada norte con un atrio de moderna construcción.

En 1874, se cierra al culto religioso en la parroquia, que no se volverá abrir. No es hasta 1894 cuando el 13 de noviembre es declarada Monumento Nacional, año en el que comienza el proceso de restauración.


A caballo entre el XIX y el XX (1894-1904) fue desmontada y reconstruida por Manuel Aníbal Álvarez y Amoroso, eliminando estructuras añadidas, reconstruyendo partes desaparecidas e inventándose alguna zona, como la portada apuntada del muro sur del transepto, allí donde hubo sacristía adosada, casi todo el hastial de poniente,... 


...y 86 de los 320 canecillos; entre otras cosas. 


Las cubiertas vuelan sobre los muros en todos los casos formando aleros. Esto es así no solo en las líneas bajas de los faldones de las naves y del transepto, sino también en los hastiales y en los ocho lados del cimborrio. Dichos aleros están soportados por canecillos de rica y variada composición iconográfica. 

Figura femenina contorsionada y desnuda sosteniendo un niño entre sus pechos.


Cabeza de animal aterrador, devorando a un humano del que ya ha engullido la cabeza.


Personaje sentado mostrando su falo.


Cabeza masculina con barba y bigote.

Sansón sentado, desquijarando al león.

 


Aúna dos ideas claramente islámicas: los rollos y la mujer mesándose los cabellos al modo de las plañideras. 

Contorsionista.





Cabeza humana de destacadas cejas.


Entes monstruosos, con grandes incisivos devorando hombres comenzando por la cabeza.

A sí mismo, los capiteles de los pilares de las columnas están bella y simbólicamente decorados.

Se pueden encontrar relieves en los capiteles de las ventanas, que aluden al sincretismo religioso, como los llamados hombres verdes, Green Men, de la cultura popular.

























Se dice que "parece recién hecha" de lo excesiva que fue esa intervención; pero ello no le resta en absoluto ni un ápice de su mérito ni belleza integral, que nos muestra a las claras cómo debió de ser el edificio en origen.

La inauguración tuvo lugar el 11 de noviembre de 1904 y el arquitecto dejó constancia escrita de la restauración en un pequeño registro situado en la clave de la cúpula del crucero: REINANDO SU MAGESTAD D. ALFONSO XIII, en torno al escudo real.

FOTO EXTRAIDA DE: httpwww.lafronteradelduero.comImagenesmaa_fromista_san_martincupula_detalle.jpg

Por su unidad estilística y arquitectónica se calcula que la antigua iglesia, tardaría en construirse entre 15 y 20 años trabajándose en ella de una manera ininterrumpida sin haberse cambiado su esquema constructivo en ningún momento.

Popularmente es conocida por San Martín del Milagro, que según la tradición, en este templo, un 25 de noviembre del año 1453, un habitante de la población fue condenado por deudas y al no poder hacer frente al pago de las mismas fue repudiado. Cerca de la muerte el villano quiso comulgar, pero al ir el sacerdote a darle la hostia consagrada, esta se quedó pegada a la patena. Una vez confesado su pecado al sacerdote, y después que este le hubo perdonado, pudo separar la hostia de la patena y darle la comunión. Hasta el momento de la reconstrucción de la iglesia, un relicario con la patena y la hostia pegada se guardaba en el Altar Mayor de la iglesia, después desapareció, y solo se conserva de ella esta leyenda.

Desde una óptica iconográfica sobresalen algunas obras significativas, como es el caso del capitel de la zorra y el cuervo –la conocida fábula de Esopo–, la Adoración de los Magos, la expulsión del Paraíso o la representación del pecado original.


Capitel 1

Canasta llena de roleos en relieve rematados en palmetas, con dos caulículos que nacen del centro de la cara frontal desarrollándose hacia los vértices. Cimacio también a base de roleos de talla menos profunda que los de la cesta.


Capitel 2

En el centro de la cara frontal aparece arriba una cabecita de animal y en los vértices sendas máscaras de cuyas bocas muerden tallos vegetales sogueados que terminan en piñas. La escena de la cara derecha muestra a dos personajes, uno de los cuales parece someter al otro asiéndole por el pelo y sujetándole con un pie puesto sobre la pierna del subyugado que hinca una rodilla en tierra. Se ha especulado sobre su simbolismo queriendo ver algunos a Caín y Abel, otros a Abraham e Isaac, y algunos un pasaje de la vida de san Martín de Tours. En la cara izquierda se ve un caballero sobre el que también se han vertido diversas y subjetivas interpretaciones. El cimacio se adorna con roleos y palmetas dentro de ellos.


Capitel 4

Tanto la cesta del capitel como el cimacio muestran en la cara izquierda la R indicativa de que han sido repuestos, este capitel estaba destrozado y cubierto de yeso apoyando sobre un modillón que había sustituido al fuste de la columna. Lo que queda del primitivo capitel se encuentra en el Museo Arqueológico de Palencia. La composición la forman seis pelícanos, dos por cada cara, que vuelven sus cuellos hacia atrás y que no posan sus patas sobre el astrágalo, como suele ser lo normal, sino sobre un podio de estrías verticales. Se completa la decoración con caulículos lisos en las caras laterales y adornados con botones los de la cara frontal. El cimacio es de roleos con palmetas.


Capitel 5

 Fue desmontado para la reposición del fuste de la columna que faltaba y se almacenó en la propia obra a la espera de ser montado de nuevo. Entre tanto, algún bárbaro moralista escandalizado por la desnudez de las figuras centrales lo destrozó a martillazos. El capitel original así desfigurado y maltrecho se encuentra en el Museo Arqueológico de Palencia. Se representan escenas de la Orestiada, razón por la que a este capitel se le suele denominar como «el de la Orestiada». En las dos figuras desnudas de la cara frontal hay quien ve a Adán y Eva sin faltar quien afirma que debería tratarse de Caín y Abel, si bien en la restauración se le habría dotado erróneamente a Abel de un órgano genital femenino. Tanto en la cara izquierda como en la cara derecha una serie de Furias con serpientes recuerdan la leyenda de Orestes. El cimacio se adorna con roleos y palmetas.


Capitel 6

 Este capitel, totalmente renovado como da a entender la R sobre el cimacio y la cesta. El capitel original se encuentra en el Museo Arqueológico de Palencia completamente mutilado, faltándole las patas de los leones y otros elementos que se conservaban intactos antes de ser desmontado. En la cara frontal se sitúan dos leones que vuelven sus cabezas hacia atrás montados por sendos jóvenes. En el centro una pequeña cabeza de animal que parece morder los extremos del ropaje de los jinetes. Se completa la decoración de la cesta con caulículos profusamente adornados por hojas vegetales y otros caulículos más pequeños. El cimacio se adorna con roleos y palmetas inscritas en ellos.

Capitel 12

Se escenifica en este capitel el pasaje bíblico referente a Adán y Eva en el paraíso. Eva recibe el fruto prohibido que le ofrece la serpiente enroscada al tronco del árbol del bien y del mal; Adán se lleva una mano a la garganta consciente de su acción mientras con la otra se tapa púdicamente, lo mismo que hace Eva. En la cara izquierda una figura humana con cabeza de animal, el demonio, acerca su mano a la boca susurrando algo a Eva. Tras él, un personaje de pie con báculo. En la cara derecha otro personaje con similar indumentaria y pose, y una cabeza de animal en el ángulo que está devorando a un ser humano. Como siempre varios caulículos llenan el resto de la cesta. El cimacio presenta veneras con palmetas inscritas.



Capitel 14

Este capitel vuelve a tratar el pasaje bíblico de Adán y Eva que se acaba de ver en el capitel nº 12 enfrentado a éste. Aquí el árbol de la fruta prohibida se encuentra en el centro dividiendo la escena en dos: a la derecha, Adán cubriendo su desnudez con las manos y detrás Eva. Al otro lado, una figura nimbada que representa a Dios. En la cara izquierda aparecen dos ángeles alados, uno con una cruz y el otro con un libro. En la cara derecha se ve a Eva con el mismo gesto púdico que Adán a cuyo oído le habla la serpiente tentadora. Entre Adán y Eva, en el vértice de la cesta, una cabeza de animal representando al demonio. El cimacio se adorna con veneras y palmetas algo más elaboradas y complejas que las habituales enlazadas o anilladas entre sí.



Capitel 15

Seis pelícanos en diversas posturas constituyen la base de la ornamentación de este capitel. En la parte baja, sobre fondo de roleos y palmetas, otras tres aves se posan en el astrágalo. En la parte superior se extienden dos caulículos por cada cara adornados con pequeñas volutas vegetales. El cimacio exhibe veneras con palmetas inscritas y, en las aristas, hojas lanceoladas.


Capitel 17

La cara central de este capitel la ocupan dos leones que oponen en el centro sus cuartos traseros; sobre sus lomos se encaraman sendos leones más pequeños. En cada una de las caras laterales aparece otro león de tamaño más reducido que los dos primeros y por encima un personaje en posición arrodillada que abraza el cuello del león principal de su lado. No faltan en la parte superior del tambor los habituales caulículos. El cimacio se adorna con veneras enlazadas entre sí y palmetas inscritas en ellas.


Capitel 22

En este capitel de composición simétrica se representa en cada mitad un león alzado sobre las patas traseras que apoya las delanteras sobre otro león que vuelve la cabeza hacia atrás. En el centro de la cara frontal aparece una cabeza humana y en los vértices de la cesta se enrollan los acostumbrados caulículos. En el cimacio se muestran veneras con palmetas inscritas y hojas lanceoladas.

Capitel 24

Composición simétrica de la cesta que plasma un grupo de cuatro águilas que atrapan con sus picos sendas serpientes. En el centro de la cara frontal aparece una cabeza humana y arriba una máscara entre dos caulículos. El cimacio es un tanto original pues se adorna con frutos esféricos y dos cabezas de animal en los vértices, de las que la de la izquierda pertenece a un cerdo.

Capitel 25

Sobre la iconografía de este capitel se han hecho interpretaciones tan dispares como querer ver en él el pasaje evangélico del prendimiento de Jesús o el conflicto de los burgueses tratado en el Concilio de Burgos de 1117. Lo que se ve en la cara frontal es un personaje central que asoma su brazo derecho bajo la túnica para sumarse al encuentro de las manos de los dos personajes que lo flanquean que las unen sobre su pecho. El situado a su izquierda aparece desnudo y tapándose los órganos genitales con la mano mientras el personaje central pone la suya sobre su ingle. En las aristas se colocan dos clérigos -obispos o abades- con báculo y en actitud de bendecir. En la cara izquierda se aprecia una pareja en actitud de lucha, con las piernas cruzadas, uno asiendo por el cuello al contrario mientras este sujeta a su oponente por el pecho y la cabeza. En la cara derecha, por el contrario, los dos personajes presentes en ella se disponen a abrazarse afectuosamente




Capitel 29

Grandes hojas de palma en cuyo interior de marcan los nervios centrales y otras hojas más pequeñas que arrancan de ellos. En la parte alta, los consabidos caulículos y una cabeza humana en el centro de la cara frontal y de animales en las caras laterales. En el cimacio se han tallado veneras con palmetas interiores y hojas lanceoladas.


Capitel 31

Este capitel figurativo narra en la cara frontal la conocida fábula de Esopo de la zorra y el cuervo, quien alagado por la zorra que encomia su bonita voz, suelta el bocado que llevaba en el pico para exhibir su canto. El cuervo se encuentra encaramado en un árbol y la zorra espera debajo para atrapar la comida que el cuervo deja caer. En la arista y cara izquierda un simio erguido se tira de la lengua mientras se apoya sobre un lienzo mural en el que se aprecia el característico aparejo de los sillares de piedra. En la arista y cara derecha se sitúa un animal con las fauces abiertas y la lengua fuera y otro simio de pie semejante al del lado contrario. Por encima de toda la escena asoman los habituales caulículos. El cimacio está tan deteriorado que apenas puede intuirse la primitiva decoración a base de veneras y palmetas inscritas.

Capitel 32

La parte inferior de la escena la forman dos parejas de leones que comparten cabeza en las aristas de la cesta. Tienen la melena caracoleada y la cola sogueada. En un plano superior se sitúa en el centro de la cara frontal una figura femenina de marcados pechos y abultado vientre que da imagen de fertilidad. Lleva un báculo en la mano derecha y apoya la otra sobre uno de los leones en actitud dominante. En las aristas aparecen sendas cabezas humanas. En la cara lateral izquierda se ve al fondo un personaje levantando la mano izquierda abierta y cruzando sobre el pecho el otro brazo. En la cara lateral derecha aparece otro personaje que apoya la mano izquierda sobre un cayado y pone la diestra sobre su torso. Se completa la ornamentación con caulículos estriados. El cimacio se adorna con círculos enlazados en cuyo interior se inscriben rosetas abiertas hexapétalas.


Capitel 34

En este capitel se representa el pasaje evangélico de la adoración de los Reyes Magos. María mantiene en su regazo a Jesús dotado de nimbo crucífero; junto a ellos otra figura femenina sin identificar. En la parte alta, entre los dos grandes caulículos de dispar ornamentación, una inscripción pregona que: «TRES MAGI VENERUNT AB ORIENTE JHE[ROSOLIMAM]». En la cara izquierda aparecen dos de los tres Reyes Magos oferentes coronados con casquetes poligonales y en la cara derecha se ve el tercero de los Magos en similar actitud y atuendo y, por otra parte, un personaje con una mano alzada en señal de bendición y la otra sobre un cayado que representa a san José a tenor de lo que expresa la inscripción que se muestra sobre él: «IOSEP». El cimacio se adorna con círculos enlazados en cuyo interior se inscriben rosetas hexapétalas.

Capitel 37

Varios hombres armados protagonizan una dramática lucha en la cara frontal del capitel. El situado a la izquierda hiere con su lanza al que se encuentra en la arista derecha a quien ha penetrado por el costado atravesándole el pecho. Éste intenta en vano extraer un puñal de su funda para defenderse mientras el personaje central trata de contener la envestida sujetando la lanza con su mano izquierda a la vez que con la otra clava una daga en el cuello del que empuña la lanza. En la cara izquierda se sitúan dos soldados con escudo y espada corta. En la cara derecha una mujer se aflige por la tragedia y posa su mano sobre el hombro del personaje alanceado. En la parte superior de la cesta se pueden contemplar los habituales caulículos, muy sencillos en este caso, y una cabeza de animal en el centro. El cimacio ostenta la R de repuesto y se adorna con roleos en cuyo interior se alojan palmetas; en el exterior, haces de hojas de punta lanceolada.




Capitel 40

Este capitel, en el que aún se conservan restos de policromía, está en consonancia temática con el izquierdo de la portada norte, pues representa dos de los pecados más escenificados en la iconografía románica: la avaricia y la lujuria. En efecto, en la cara frontal se nos muestra al avaro aferrado con las dos manos a la bolsa en la que atesora su peculio. Dos diablos alados, uno a cada lado ocupando las aristas de la cesta, lo atenazan por la cabeza mientras que una feroz máscara situada sobre ella parece que va a devorarlo. En la cara izquierda se simboliza la lujuria en forma de mujer desnuda (a la que le falta la cabeza) que trata de sujetar con la mano izquierda una serpiente que la acecha y levanta la derecha por el lado en que otra serpiente se descuelga del espacio que deja el caulículo. En la cara derecha se repite la escena con la representación más clásica de la mujer desnuda a la que dos serpientes muerden los pechos. Un desciende desde el árbol del que cuelgan las piñas y la otra desde el caulículo; a ambas las sujeta con sus manos. El cimacio se decora con tacos jaqueses.


Capitel 42

Cuatro parejas de leones afrontados que unen sus cabezas en las aristas de la cesta y que se superponen en dos niveles. En otro nivel superior se muestran los consabidos caulículos y en el centro de las caras un fruto esférico colgado del extremo de una hoja de palma. El cimacio es de veneras enlazadas con palmetas interiores y hojas lanceoladas.


Capitel 44

Una figura hierática pero no coronada ocupa el centro de la cara frontal del capitel. En el nivel inferior se sitúan dos parejas de personajes agachados cuyas espaldas se cubren con hojas vegetales y sentada sobre ellos otra doble pareja de individuos de los que los frontales ponen una de sus manos en el hombro del personaje central y levantan la otra con la palma abierta. Al fondo de cada cara lateral aparece otra figura de pie, no tan majestuosa como la principal. En los vértices se desarrollan sendos caulículos. El cimacio se adorna con círculos tangentes anillados en los que se inscriben florones de ocho hojas.



Capitel 48

Ocupan la cara frontal de este capitel, dos porteadores que llevan a hombros por medio de una vara un cubo aparentemente pesado en el que podría haber uva o vino ya elaborado, en el caso de una escena de vendimia, o más probablemente mortero o argamasa destinado a la construcción. Sobre la vara va posado un pequeño león. En el centro, en la parte superior, se sitúa una cabeza de animal de orejas felinas en cuyas fauces introduce una mano uno de los porteadores. En la cara lateral derecha puede verse un cantero tallando un sillar, lo que refuerza la idea de que se están describiendo los trabajos de construcción de un edificio. Este personaje de extraña cabeza maneja la herramienta con la mano izquierda mientras pone la otra sobre el primero de los porteadores. En la cara lateral izquierda se hallan dos individuos inmersos hasta casi la cintura en una gran artesa en la que parecen batir o amasar su contenido con sendos palos. El cimacio se adorna con simples bandas horizontales y, aunque no se indique de ninguna forma, es otro de los repuestos. 

Sin embargo, los capiteles más numerosos, tanto en el interior como en el exterior del templo, son los vegetales compuestos por hojas rematadas en bolas, elemento éste básico en el léxico de Frómista y común a otros focos del pleno románico castellano-leonés. 

INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

http://www.arquivoltas.com/8-palencia/02-fromista00.htm

https://www.arteguias.com/iglesia/sanmartinfromista.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_San_Mart%C3%ADn_de_Tours_(Fr%C3%B3mista)

http://www.jdiezarnal.com/sanmartindefromista.html

https://www.romanicodigital.com/sites/default/files/pdfs/files/palencia_FR%C3%93MISTA.pdf

http://www.lafronteradelduero.com/Paginas/maa_fromista_san_martin.html

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