El monasterio de San Zoilo se
encuentra al oeste de la localidad de Carrión de los
Condes, cercano al puente, en la orilla derecha
del río Carrión,próximo
a la calzada romana que fue después utilizada también como Camino de Santiago,
en dirección a Sahagún, en la Comarca de Tierra de Campos . Actualmente es un hotel denominado Hotel Real Monasterio
San Zoilo.
Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC)
en 2002.
En el año 948 el abad Teodomiro, que vivía en
el actual emplazamiento con una pequeña comunidad de monjes, concluye la
redacción del libro del Becerro o de fundación del cenobio, que recibe el
nombre de San Juan Bautista o San Juan tras el Puente.
Este monasterio cambió de advocación en el
siglo XI con la conducción desde Córdoba de las reliquias del mártir San Zoilo
por los Condes de Carrión, Don Gómez Díaz y su mujer la infanta de León Doña Teresa
Peláez, hija del conde Pelayo
Froilaz el Diácono y por
tanto, bisnieta de los reyes Bermudo II y Ramiro III de
León; los cuales promueven la construcción
del monasterio, que en 1076 con el
beneplácito de Alfonso VI , ceden a la orden de Cluny.
Convertido en priorato de la
orden, alcanzó su mayor relevancia y prosperidad,
siendo panteón familiar de los condes de Carrión y sede del
Camerarius Hispaniae, administrador en la península de los bienes de la orden
benedictina.
Levantado en el Camino de
Santiago, se caracterizó por permitir a los peregrinos
el consumo de pan y vino a discreción, motivo caritativo por el que se hizo
famoso.
Entre sus muros se celebran numerosos
concilios, cortes y esponsales, como los de Sancho VI de
Navarra con Sancha
de Castilla el 2 de
junio de 1157 y a finales de noviembre de 1219, la princesa Beatriz de Suabia, nieta de Isaac II Ángelo, emperador de Constantinopla, con Fernando III el
Santo.
También sirvió como residencia de
reyes, incluso algunos fueron armados allí caballeros y centro de
peregrinación, así mismo, la reina regente María de Molina creó el primer Tribunal de Cuentas del reino
en este monasterio.
De los primeros edificios monásticos poco
queda, salvo algunos muros y los sepulcros del panteón condal, pues en 1276 el
estado del edificio era tan lamentable, que fue restaurado.
En 1347, iglesia y
claustro amenazaban ruina por los desbordamientos del río y antes de 1392 el
conjunto fue reconstruido.
Sujeto a Cluny hasta el siglo XV, a
partir de 1531 se incorporó a la congregación de Valladolid, Por aquella
época se destruye el claustro antiguo y se construye el actual con la
pretensión de grabar en la piedra el transcurso y la importancia de los
Benedictinos a través de los siglos y de la historia.
Período en la que comenzó
otro momento de esplendor que determinó la construcción de un
nuevo claustro y otras dependencias conventuales.
En el siglo XV el
papa Eugenio IV concedió al monasterio tener abad de
mitra y báculo, siendo el último abad Plácido Trevijano, al llegar
la exclaustración en 1835.
Tras la exclaustración, se hace cargo del
edificio la Compañía de Jesús, convirtiéndolo en 1854 en colegio de
educación secundaria.
En 1890 estos estudios se trasladan al nuevo Colegio
de la Inmaculada en Gijón, y el edificio pasa a ser
noviciado,
En 1959 los Jesuitas se trasladan al nuevo Colegio de León, y el
edificio se destina en 1960, a seminario menor diocesano.
Finalmente en 1992 se
convierte en el hotel actual.
De la fábrica del siglo XI se conserva una
ventana y una imposta ajedrezada, la portada occidental, así como el
enterramiento de la condesa Teresa Peláez en el presbiterio de la iglesia, en la parte lateral superior a
la derecha del retablo y parte de la fachada primitiva.
Foto extraida de: https://www.arteguias.com/monasterio/sanzoilocarriondeloscondes7.jpg |
También los sarcófagos
de los condes , descubiertos en 1947, con interesantes trabajos de escultura, y
dos telas islámicas del XI, declaradas Bien de interés cultural con categoría
de Bien Mueble en 2012. También la puerta primitiva del templo.
PORTADA
RENACENTISTA |
Pero lo más sobresaliente del conjunto
monástico es el claustro,
proyectado por Juan de Badajoz
el Mozo en 1537 y concluido en 1604, de
estilo Plateresco.
Se articula con cinco arcos apuntados entre gruesos
contrafuertes, constituyendo el elemento de mayor interés artístico luciendo
dos alturas. La inferior sigue el trazado original de Juan de Badajoz, que
continuó el arquitecto Pedro de Castrillejo. Y la superior se abre con arcos
de medio punto.
Entre 1537 y 1577 se levantaron los lados Este
y Sur y se comenzaron los otros dos, que fueron acabados por Juan de Celaya.
La planta baja comprende 230 medallones con retratos de personajes
clasificados en dos grupos; la genealogía de Cristo y la Orden Benedictina.
Aquí se representan emperadores, reyes y reinas que han pertenecido o tenido
relación con la orden.
En total, en los
nervios de los arcos de las bóvedas de crucería arrancan unos 269 bustos y
sobre ellos sus etiquetas, que los identifican,
...las esculturas secundarias de jarrones y ángeles, más de 120.
Por otra parte, todos los capiteles de las pilastras exteriores de la galería de oriente presentan calaveras, tal y como corresponde al De profundis (se trata de un salmo penitencial que suele emplearse principalmente en la liturgia de difuntos).
...las esculturas secundarias de jarrones y ángeles, más de 120.
Por otra parte, todos los capiteles de las pilastras exteriores de la galería de oriente presentan calaveras, tal y como corresponde al De profundis (se trata de un salmo penitencial que suele emplearse principalmente en la liturgia de difuntos).
El claustro bajo, se comunica con la iglesia a
través de una portada en arco rebajado entre columnas abalaustradas.
La portada hacia el claustro, o Puerta de las Procesiones se atribuye
a Diego
de Zorlado y tiene dos cuerpos con imágenes
de santos.
Plasma la celebración de la Eucaristía, en el
frontón hallamos el nido del pelícano alimentando a sus crías con su propia
carne y sobre él la figura de Cristo crucificado.
Algo más abajo hay dos medallones, a la izquierda, el del profeta Daniel; y a la derecha, de la Sibila Europa.
La bóveda de esta zona está dedicada a los
condes e infantes de Carrión, que favorecieron considerablemente al monasterio
siendo considerados sus fundadores.
Junto a esta entrada se encuentra una
escultura que representa a un cristo, atado a una columna, que anteriormente
estaba situado en la sala Galilea y de ahí, recibió el nombre de “Cristo
Galileo”.
La iglesia actual del siglo XVII, consta de una sola nave, con
un crucero apenas visible pero con cimborrio y una capilla mayor sin ábside.
Tiene coro a los pies, con sillería y órgano
barroco .
El retablo mayor, atribuido a un seguidor de
Gregorio Fernández, pertenece a la iglesia de Santa María de Arvís en Baquerín
de Campos y está dedicado a Nuestra
Señora de la Asunción.
Es de mediados del siglo XVI, dorado a fuego, con tallas
y altorrelieves y coronado por el Calvario realizado por Antonio Ribera.
Se
representan cuatro escenas de la vida de la Virgen.
LA ASUNCIÓN |
...la adoración de los Magos,
...el nacimiento de María,
...la visita de María a su prima Isabel
y el nacimiento de
Jesús con la adoración de los pastores.
También están representados los cuatro
Padres de la Iglesia realizados por Tomás de Sierra.
San Agustín.
San Ambrosio.
San Gregorio Magno
y San
Jerónimo
En la parte baja representaciones de las
cuatro Virtudes cardinales: Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza, sobre
estas un hermoso sagrario.
En lo alto del presbiterio, a ambos lados se
colocaron sendos arcosolios con los restos de la condesa Doña Teresa, fallecida
en el año 1092
y frente a ella, una urna plateada del s. XVIII con las reliquias de S. Zoilo.
A los pies de la iglesia hay una colección de
sarcófagos pertenecientes a la familia de los Beni Gómez, que abarcan entre los años 1050 y 1150.
Son once, pétreos,
algunos con elaborada decoración y dos de ellos de mármol, reutilizado del
mundo funerario romano.
Podemos dividirlos en dos grupos de los cuales los primeros, más antiguos, son sepulcros lisos de finales del s. XI y comienzos del XII, en los que las inscripciones prácticamente se han perdido.
Podemos dividirlos en dos grupos de los cuales los primeros, más antiguos, son sepulcros lisos de finales del s. XI y comienzos del XII, en los que las inscripciones prácticamente se han perdido.
Las
urnas sobre las que descansan las tapas con personajes yacentes están labradas
con escenas del Calvario, Pantocrátor, La Anunciación y Epifanía, entre ellos
los supuestos Fernando y Diego, los infantes de Carrión que narra el cantar del
mío Cid.
Uno de los sarcófagos aparece firmado por
"Pedro Pintor" artista que dio origen a la famosa escuela de canteros
en esta zona.
Sobre estos se dispone el coro, que destaca
por su sillería de dos pisos en nogal con columnas y frente a él encontramos un coro más pequeño,
denominado de los enfermos, para que estos pudieran asistir a los oficios
litúrgicos.
Foto recogida de: http://www.arquivoltas.com/8-palencia/CarrionSZoilo%20G13.JPG |
Colgado sobre el arco de la puerta principal,
destaca el órgano castellano de estilo barroco que data de 1716 y es uno de los
pocos que conservan la cadeneta (tubos rodeando el asiento del organista para
que éste se pudiera escuchar mejor).
En el lateral norte a los pies del templo en
un espacio protegido por verja, se ha abierto un acceso a través del espesor de
las estructuras modernas que ha permitido dejar al descubierto un estrecho vano
de entrada a la torre norte y a un cuerpo occidental adosado al templo con paso
interior que permitía procesionar a los monjes hacia la desaparecida torre sur.
Con un crismón que corona su acceso apuntan hacia ritos benedictinos , es trinitario de seis brazos, con los
símbolos alfa y omega cambiados de lugar, en igual situación que el de Frómista, Se halla en el acceso a lo que fue torrecilla
oeste.
Otro castellano con esta
disposición se halla en el acceso al panteón real de SAN
ISIDORO DE LEÓN, evidentemente en un contexto funerario.
Se pueden apreciar vestigios de la antigua
iglesia románica en el muro de la actual iglesia, con restos de pinturas,
ajedrezado jaques, marcas de cantería y capiteles a ambos lados uno de los
cuales representa la lucha de Sansón contra el león con una esmerada
iluminación que sorprende al visitante.
Durante las obras realizadas en el edificio en
1993 debido al mal estado del monasterio, se descubre en la sala galilea una
portada románica de los siglos XI y XII, que había permanecido emparedada desde
la construcción de la actual iglesia en el siglo XVI y XVII, por ello su estado
de conservación es excelente.
Pudiendo descubrir la primigenia avocación del
templo con una inscripción del siglo XVII, sobre la arquivolta de baquetón más
interna en el que refiere: San Juan ("...PILIS CAMELORUM AND ZONAM
PELI.."), descriptiva del ropaje
del Bautista a base de pelliza de piel de camello y cinturón).
La portada consta de cinco arquivoltas en
degradación de las cuales la segunda y cuarta se decoran con baquetón y las
otras tres son de bisel liso. Los ábacos de los capiteles forman un friso
continuo decorado con palmetas. Los capiteles están labrados por tres de sus
caras, datan del año 1100 y destaca la
cuidada realización de sus vestiduras.
PORTADA PRIMITIVA. |
El capitel exterior de la derecha representa según las teorías, el traslado del alma de un difunto protegiéndolo
de una bestia, como alusión de la llegada de las reliquias de San Zoilo al monasterio.
El capitel interior
luce motivos extraños y originales, dos monstros alados con cola serpentiformes
en posición vertical que finalizan en dos bucles, pudieran sugerir a dragones, por sus alas, que encarnarían al demonio. Entre ellos, bolas y y adornos.
De los de la derecha,
...el más cercano a la puerta sugiere el pasaje bíblico de La burra de Balam, con el ángel alado, del que se ha fracturado la espada, y una burra que parece más bien un caballo.
...el más cercano a la puerta sugiere el pasaje bíblico de La burra de Balam, con el ángel alado, del que se ha fracturado la espada, y una burra que parece más bien un caballo.
Y el más exterior el
trabajo de dos hombres en las viñas con volutas en las
esquinas y entre ellas caritas con tocado de delicada hechura.
Los fustes de las columnas son de
época romana del siglo II, reutilizados por los artistas medievales.
De nuevo en el claustro se localiza la entrada
a la sala capitular hoy día renovada. En el centro del jardín del claustro se
encuentra un pozo con lavamanos al que se accede por la apertura del muro
frente al refectorio, comedor de los monjes.
Datan de finales del siglo XVI, cuando era abad del monasterio fray Ambrosio de Nájera.
Datan de finales del siglo XVI, cuando era abad del monasterio fray Ambrosio de Nájera.
El monasterio cuenta además con otro claustro más modesto situado a poniente, ya neoclásico y en sus dependencias se ubican las habitaciones del hotel.
En
la sacristía se conserva un cuadro que representa la llegada del
cajón, con las reliquias de San Zoilo, acogidos por la Condesa Doña Teresa, con
su segundo hijo, Don García esperando que
el infante muestre su contenido y rodeada por sus doncellas y dos
monjes.
En el
centro se exhiben las telas islámicas,
conocidas como “Manto del Conde y de la Condesa”, dentro de una estructura de
alta seguridad que las protege de la luz directa y de posibles robos.
Los dos tejidos del siglo XI, según estudios
históricos e iconográficos, se extrajeron en el año 2003 del interior de
la arqueta funerarias del siglo XVIII,
situada en uno de los laterales del
Retablo Mayor de la iglesia que, según la tradición, alojaba las reliquias del
mártir cristiano San Zoilo. La arqueta Fatimí que pertenece a San Zoilo se
encuentra en el Museo Arqueológico Nacional y es una pieza de marfil
policromada fechada entre los años 951 y 975.
http://ceres.mcu.es/pages/Viewer?img=/MAN/fondos_sello/MANF50887_SEQ_014_S.JPG |
Volviendo a las telas, denominadas “samitos”,
han sido declaradas Bien de Interés Cultural
con categoría de Bien Mueble en el año 2012, actualmente se encuentran
en la sacristía de la iglesia del monasterio, climatizadas y protegidas por una
cámara.
Los tejidos llegaron de Córdoba con las
reliquias de San Zoilo, junto a las de San Félix y San Agapito, en los años
setenta de siglo XI como presente de los reyes árabes a los condes de Carrión.
Probablemente se utilizaron los mejores tejidos que adornaban alguno de sus
palacios para proteger aquellas reliquias sagradas para los cristianos.
Su magnífico estado de conservación se
atribuye a que se utilizaron no para envolver un cadáver, sino los restos del
santo protegidos dentro de la urna que los contiene.
El tejido de fondo azul, color bastante
excepcional en tejidos andalusíes, se conserva íntegramente en todo su largo y
ancho, pudiendo tratarse, del repertorio decorativo de una colgadura mural
ornamental.
En su iconografía combina elementos sasánidas
y bizantinos. Ofrece una serie de 36 criaturas bicéfalas que representan una
variante de animal fantástico alado con garras de león y cabeza y alas de
águila.
Ocupando únicamente el cuello de los animales
que se sitúan en el friso superior de la tela, muestra una banda epigráfica
doblemente simétrica en disposición «de espejo» horizontal y vertical. La
caligrafía, que es cúfico simple, recorre íntegramente el tejido repitiéndose
nueve veces.
El tejido de fondo rojo presenta series de
medallones u óvalos perlados donde se localizan hileras de aves enfrentadas de
espaldas. De dimensiones más reducidas que el tejido azul, es también una pieza
completa de telar, cuyo buen estado de conservación lleva a pensar que pudo ser
un cortinaje que posteriormente envolvió las reliquias.
Entre las parejas de aves se encuentra, a modo
de eje de simetría, una representación muy estilizada del «árbol de la vida».
Posiblemente realizado en el s. XI, muestra
características técnicas más antiguas propias de regiones como Irán o Asia
Central vinculadas con el comercio de la seda.
Recordemos que una galilea es un espacio cubierto que se antepone a la fachada del templo, como un tipo de nártex, con funciones variadas: procesional, sepulcral, etc.
Actualmente, en esta sala, se exponen restos de los capiteles
románicos originales.
En ella se pueden contemplar también las
celdas de castigo de los monjes, recluidos por penas leves, pues el abad del
monasterio era considerado “Señor de horca y cuchillo”, lo que trascribe en el
poder para juzgar todo tipo de procesos y sentenciar de condenados por todo
tipo de castigos, incluso de muerte, en toda la jurisdicción.
Se
conservan en esta sala las escrituras de donación y la de confirmación del monasterio,
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DE
LA PROVINCIA DE PALENCIA EN ESTE ENLACE.
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