El Canal de
Castilla presume orgulloso con sus
más de 200 kilómetros de ser la gran obra de ingeniera de la ilustración en
España. Construido en el siglo XVIII, se llevó a cabo para transportar el
excedente de producción de Castilla hacia los pueblos cántabros, pretendiendo unir
Segovia con el puerto de Santander a través de un sistema navegable.
En Frómista, el Canal de Castilla luce en su máximo esplendor gracias a
la esclusa cuádruple que salva el desnivel más potente de su recorrido, algo
más de 14 metros. Se trata de las esclusas números 17, 18, 19 y 20.
Considerado hoy como Bien de Interés Cultural, ahora su función principal
se centra en el regadío, a lo que se une su interés como una de las rutas de
mayor atractivo turístico de Castilla y León, por la riqueza paisajística,
natural y por el valor histórico artístico que despiertan las ciudades que se
encuentran a su paso.
Adosada a estas esclusas se sitúa la CASA DEL ESCLUSERO, hoy en
día, Oficina de Turismo. y junto a ella también, el muelle donde amarra una de
las embarcaciones turísticas que hoy surcan el canal, la EMBARCACIÓN JUAN DE HOMAR.
Aquí, la ruta del Canal de Castilla se solapa con importantísimos caminos de peregrinación compartiendo trazado. Por Frómista pasa el CAMINO DE SANTIAGO, pero no de manera simbólica, sino que desde el siglo XII,
aparece como final de la sexta etapa y comienzo de la séptima, en uno de los
libros más famosos de nuestro país, el Codex Calixtinus. También trascurre el CAMINO LEBANIEGO, camino de peregrinación a uno de los 5 lugares santos, el
Monasterio de Santo Toribio de Liebana. Este camino une Palencia, ciudad donde
fue obispo Santo Toribio con el monasterio en tierras de Cantabria. Un camino
agradable, paisajísticamente muy valioso y lleno de historia. El último camino
en aparecer en escena, es el CAMINO A JERUSALEM, una camino mucho más
ambicioso, que une FISTERRA con la ciudad santa de Jerusalem.
Así Frómista, “la villa del milagro”, tiene el privilegio de contar con
obras de arte, religiosas y civiles tan espectaculares y singulares como la
iglesia románica Cluniacense de SAN MARTÍN DE TOURS, templo del siglo XI
y una de las joyas más hermosas del arte románico en Europa, o Santa María del
Castillo, a las que les dedicaremos un espacio destacado en este blog.
Igualmente nos permite la observación de varias joyas medievales y
renacentistas en la distancia: la inmensa San Hipólito, en Támara de Campos;
San Juan, en Santoyo; San Pedro, en Amusco...
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