IGLESIA DE SAN CLAUDIO DE OLIVARES, ZAMORA

La iglesia de San Claudio de Olivares, del siglo XII, ofrece una rica decoración escultórica, tanto en las arquivoltas del pórtico, como en los capiteles de las columnas del interior. 

Los documentos disponibles datan la iglesia sobre el año 1176, constituyendo el núcleo del arrabal de OlivaresDebió ser construida en dos fases, a mediados de siglo se construyó el ábside y a finales el resto. 


Iglesia de reducidas dimensiones, formada por una única nave irregular tiene tramo recto presbiteral y un ábside ultrasemicircular.

 
La portada se abre en el lienzo norte y el imafronte se prolonga por encima de la fachada en una espadaña con hueco campanero. Inicialmente estuvo abovedada, y finalmente ha sido sustituida por armadura de madera. Dicho muro, igual que el de los pies, ha sido rehecho y reforzado varias veces, en una de ellas se prescindió de la portada que había en el muro oeste.

Desde el año 1931, es monumento histórico-artístico nacional. 

El ábside, elevado sobre un podio corrido que viene dividido en cinco tramos, es de trazado en hemiciclo y se eleva por seis pedestales con otras tantas columnillas. De esas sólo se conserva la del extremo sur del tambor. 

La cornisa del ábside se adorna frontalmente con una banda ajedrezada y posee una colección de magníficos canecillos figurativos, con una temática que alude en su mayoría a actitudes humanas, como luchas, trabajo, etc.











Se abre la portada en el muro norte, en un arimez poco marcado cubierto por cornisa que soportan diez canecillos. Es de arco de medio punto con cuatro arquivoltas y chambrana adornada con una sucesión de palmetas.


La rosca interior es lisa, salvo en la clave, con una figuración de un «Agnus Dei» enmarcado por un óvalo en el que se conservan restos de pintura añil, que evoca al nivel celestial.

En la segunda dovela, por la izquierda a contar desde la clave, contiene una inscripción, no muy legible, que alude al reinado de Alfonso X y consigna la era 1297 (año 1259). No parece que esta fecha, entrada ya en la segunda mitad del siglo XIII, sea la de la construcción de la portada que hubo de ejecutarse mucho antes.

Las otras tres arquivoltas, se apoya sobre las jambas de la puerta sobre columnas acodilladas, y tienen sus dovelas repletas de figuras decorativas.

El segundo arco, que representa el nivel terrenal, cuenta con catorce secciones; de ellas, la primera y la última, muestran sendos leones, descabezados en la actualidad, se representan con la cola entre las piernas como seña de sumisión, y las doce dovelas con escenas cotidianas de cada estación propias de cada uno de los meses del año.

Componen, pues, un calendario escenificado. A pesar de lo deterioradas que se encuentran la mayor parte de las figuras es posible reconocer algunas de las alegorías que se describen en el dovelaje y que deben ser leídas de derecha a izquierda para secuenciar los meses de enero a diciembre.

Enero. Una pareja con ricos indumentarias come sentada ante sus respectivas mesas


 Febrero. Dos personas, una sentada y la otra en pie, se calientan al fuego.

Marzo. Un hombre en actitud de cavar con una azada y otro llevando una vasija con asa.

Abril. Un hombre sembrando el grano que lleva en su talega y otro con un manojo en cada mano y un pájaro posado en su hombro.

Mayo. Un cazador que lleva el halcón en su mano izquierda y
cuyo perro va sentado a la espalda del caballo.

Junio. Dos labriegos con una rodilla en tierra; uno alza un bulto con su mano derecha, mientras el otro permanece encorvado.

Julio. Un hombre posando una rodilla en el suelo y otro alzando algo parecido a un jarro.

Agosto. Figuras muy destrozadas que pudieran corresponder a un animal de labor tirando de un rastrillo en el que va sentado un hombre.

Septiembre. Una vid ocupando la parte central y a ambos lados los vendimiadores.

Octubre. Sigue el tema relativo al vino con un tonel en el que va levantado un personaje muy mutilado, estando otro en pie. Noviembre. Dos personajes descabezados y dos cerdos paciendo. Diciembre. Un hombre conduce una mulo que carga con un gran fardo de leña. 

La tercera arquivolta repite en todas sus bloques el mismo motivo decorativo: grandes hojas de mucho relieve que se desarrollan simétricamente sobre una palmeta central. Por la parte inferior corre una cenefa de hojitas que se curvan en forma casi circular, que forman parte del nivel terrenal. Y la cuarta contiene veinte dovelas, se presenta una colección de animales reales y quiméricos: leones, aves, cuadrúpedos felinos, arpías, serpientes, que forman parte del nivel infernal. Entre todos ellos, una sola figura humana que aparenta estar haciendo bailar a un oso erguido.

En el interior se venera la imagen del Cristo del Amparo, anónimo y del siglo XVII, cuya procesión a cargo de la Hermandad de Penitencia se realiza el Miércoles Santo. Igualmente interesante es el retablo barroco de la capilla de los Fermoselle. La nave se cubre hoy con armaduras de madera a doble vertiente. En origen lo hacía con bóveda de cañón que sucumbió ante la inestabilidad de los muros sustentantes, principalmente del meridional próximo al cauce del Duero. Los capiteles del arco triunfal, al igual que los restantes de las arquerías ciegas, son de un gran valor escultórico y se han conservado de forma impecable.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN EST PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

 https://www.turismo-prerromanico.com/monumento/san-claudio-de-olivares-r-20150713121424/

http://www.lafronteradelduero.com/Paginas/zamora_san_claudio_de_olivares.html

VISITA OTROS SORPRENDENTES LUGARES DE ZAMORA EN EL ENLACE.


No hay comentarios:

Publicar un comentario