IGLESIA DE SANTA MARÍA LA NUEVA, ZAMORA

Iglesia de Santa María la Nueva, que anteriormente estaba bajo la advocación de San Román, situada en el límite oriental del casco antiguo y original del siglo XI, fue víctima de un incendio por el pueblo zamorano, y destruida, en el llamado Motín de la Trucha de 1158, que según la leyenda, enfrentó a nobles y plebeyos en torno al mercado aunque la exhaustiva excavación realizada recientemente descarta tal leyenda, que dice:

"Los plebeyos apoyaron al hijo de un zapatero que se resistió ante el despensero de un noble que quería arrebatarle una trucha que había adquirido en el mercado. Antes de que decidieran el castigo a infringirles, los campesinos le prendieron fuego a la iglesia estando los nobles dentro. El rey ordenó reconstruir la Iglesia a cambio de no tomar represalias contra ellos."

Conserva en traza románica el ábside y el muro meridional, del que destacan los tres recios contrafuertes que dan estabilidad a la nave, la portada enmarcada entre dos de ellos, y el osario bajo la robusta torre adosada a los pies del templo y unas estrechas ventanas que rompen la lisa macicez del pétreo muro.

  En la fachada meridional, se encuentra la portada que se utiliza habitualmente para acceder al interior. 

Está cubierta por una bóveda de cañón de ladrillo realizada en época posterior. El arco es de doble rosca. La interior de medio punto y lisa, cargando sobre las jambas de la puerta y  la exterior ultrasemicircular insinuando una ligera herradura producto de la intencionalidad o de una defectuosa pericia en su reconstrucción.

Está soportada, la exterior, por columnas alzadas sobre altas columnas lisas rematadas por pequeños capiteles figurativos. El de la izquierda muestra la típica sirena de doble cola sujeta con ambas manos;...

 ...el de la derecha representa dos aves de largos cuellos entrelazados.

 En el muro norte del primer tramo de la nave se conserva la hendidura por la que, según la tradición, salieron las Sagradas Formas para alojarse en el Beaterio de Las Dueñas en el momento del incendio del Motín de la Trucha.

Se mezclan estilos arquitectónicos en su fábrica; el románico de su cabecera y el tardo-románico del resto del templo. 

En su origen contaba con planta basilical de tres naves y ábside semicircular que se encontraba separado por un arco toral apuntado, en comunicación con las naves. Con su reconstrucción se transformó en una nave única, se hizo el arco toral y dos estancias adosadas a ambos lados del ábside central, una de ellas es la actual sacristía.

 De su exterior se conserva la cabecera de la que destaca su ábside semicilíndrico, decorado con siete arcos sobre columnas con delgados fustes y capiteles figurados, a modo de arcos ciegos. Los dos capiteles del penúltimo arco tienen por elemento central un personaje que en el de la izquierda extiende sus brazos introduciendo las manos en las fauces de sendos leones,...

...y en el de la derecha, más deteriorado, sostiene con una mano un objeto cilíndrico alargado y con la otra se mesa la barba. Entre ellos reposa una gran cruz de madera, del tipo de San Antonio o Tau.

Con tres ventanas abiertas en el ábside, todas ellas de la misma tipología, un arco interior que descansa en dos columnitas desproporcionadas cuyos fustes monolíticos son de casi igual longitud que el conjunto de capitel y cimacio. Otro arco exterior baquetonado y estriado apoya directamente sobre el muro. El hueco es de aspillera. Los capiteles y sus cimacios ostentan variada iconografía.

Existe una cuarta ventana en todo similar a las absidales, pero un poco más ancha, que se encuentra en el lienzo oriental del cuerpo de edificación adosado al sur del presbiterio y de la que sólo queda un capitel original, el de la derecha, y un capitel en el que un hombre está siendo picoteado en la frente por dos aves es el que sirvió de arquetipo para la confección del que se colocó en la ventana central del ábside en la restauración llevada a cabo en 1959.

El cimacio es ajedrezado por su cara frontal y de entrelazos por la interior.

De los capiteles de la ventana sur, son originales y bastante bien conservados, el izquierdo representa una tosca figura humana central con los brazos extendidos flanqueada por tallos vegetales entrelazados. El capitel derecho contiene otra figura humana de talla muy grosera que se ha interpretado como representativa de Eva pues parece ser femenina y estar desnuda. A uno y otro lado de ella sendos árboles pomáceos. El cimacio luce entrelazos típicos de cestería.

De los capiteles de la ventana norte, el derecho es el que sirvió de modelo al reconstruido de la ventana central que muestra dos serpientes enroscadas. En el izquierdo se ve en posición angular un ave, quizás un águila, que abre sus alas ocupando los espacios laterales de la cesta. El cimacio de este capitel se adorna con motivos vegetales ondulados; el otro es jaquelado.

De su interior destaca una pila bautismal del siglo XII, bajo el cuerpo de la torre, con relieves del bautismo de Cristo y la figura del famoso Jesús Yacente del siglo XVII, tallada por Francisco Fermín.

En 1959 se descubrieron unas pinturas murales de estilo lineal que se catalogan más hacia el naturalismo gótico que hacia el románico.

Se ubica en la Plaza Santa María la Nueva. En el flanco norte a la altura del ábside, se encuentra el museo de la Semana Santa.

 

INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Santa_Mar%C3%ADa_la_Nueva_(Zamora)

http://www.lafronteradelduero.com/Paginas/zamora_santa_maria_la_nueva.html

 

VISITA OTROS SORPRENDENTES TEMPLOS DEL ANTIGUO  CASCO URBANO DE  ZAMORA EN ESTE ENLACE.





No hay comentarios:

Publicar un comentario