MARAVILLAS DE CASTILLA Y LEÓN: BERLANGA DE DUERO

Berlanga de Duero se extiende a los pies de su imponente Castillo (información) situado en lo alto de un cerro, rodeado por unas impresionantes murallas, denominadas la Cerca Vieja y formado por dos recintos fortificados de diferentes etapas históricas y constructivas, uno de época medieval y el otro de época renacentista. (Más Información del Castillo).

Podemos iniciar nuestro paseo por la Villa, accesible a personas con movilidad reducida, en la Plaza del Mercado, a los pies del cerro del castillo, contemplando la fachada del Palacio renacentista de los señores de Berlanga (información del palacio). Único vestigio que queda en pie, ya que fue incendiado durante la Guerra de Independencia por las tropas napoleónicas, de lo que seguramente fue un majestuoso edificio. Juan de Tovar, señor de Berlanga desde 1528, fue el promotor de las obras de este palacio, que conserva una monumental y sobria fachada, sin apenas elementos decorativos, realizada en piedra de sillería y distribuida en tres plantas, con un último piso formado por una galería alta. Esta distribución era muy característica de la arquitectura palaciega y de las villas ducales del siglo XVI.

De los Jardines del Palacio de los Duques de Frías (información de los jardines) creados durante los siglos XVI Y XVII, que antaño fueron la admiración de reyes y cortesanos, aún se conserva su distribución original que se adapta a la ladera del cerro. Estos, estructurados en 6 terrazas escalonadas, permitían desde ellos disfrutar de unas impresionantes vistas.

Sobre el arco adintelado de la portada principal encontramos un panel con el escudo de armas de los Tovar y de los Enríquez, correspondiente a Juan de Tovar y su mujer Juana Enríquez, junto con la leyenda “SAPIENTIA AEDIFICABITUR DOMUS, ET PRUDENTIA ROBORABITUR”, respondiendo al característico programa de exaltación del linaje promotor de la obra.

Se puede acceder a la única torre del palacio que queda en pie, donde actualmente se encuentra la oficina de turismo y una exposición sobre la historia del palacio y de la historia de la villa.

Busto de María de Tovar

Según la Crónica General de 1344, El Cid fue alcalde de Berlanga de Duero. Este señorío le habría sido concedido en 1089 por Alfonso VI como pago a sus servicios. En el Cantar de mío Cid Berlanga es una villa segura donde las hijas del Cid se alojan en el regreso a Valencia.

Atravesaron Alcoceba, a la derecha dejan Gormaz,
por el llamado Vadorrey el río van a cruzar,
en el lugar de Berlanga fueron a acampar
Versos 2875 y ss. CMC

En la Plaza del Mercado, situada en la parte delantera del palacio, hay una escultura de su vecino más ilustre: Fray Tomás de Berlanga (1487-1551). Tercer Obispo de Panamá, descubridor de las Islas Galápagos, Consejero de Carlos V e ideólogo del Canal de Panamá.

En la cercana Calle de las Monjas, podemos ver la casa donde nació.

En la misma calle, cuyo nombre nos anuncia la existencia del Convento de las Madres Concepcionistas fundado en el s. XVI por la marquesa Juana Enríquez (esposa de Juan Sánchez de Velasco y Tovar (1500-1540), I marqués de Berlanga), podemos ver en su portada, un tímpano románico de gran calidad representando la segunda venida de Cristo a la Tierra. (más información).

Este tímpano pudo pertenecer a la desaparecida iglesia de San Miguel, una de las diez iglesias que llegó a tener la Villa hasta que en el siglo XVI, los señores de la villa decidieron derribarlas para construir, un único edificio religioso en el centro de la Villa.

En la plaza de San Andrés se alza la Colegiata de Santa María del Mercado (información y fotos), un grandioso edificio, que contrasta por su altura y monumentalidad respecto al resto de la población.

De estilo gótico-renacentista. Su construcción fue dirigida por uno de los arquitectos más importantes de la época, Juan de Rasines y se comenzó en 1526 bajo el patrocinio de los señores de Berlanga, María de Tovar e Iñigo Fernández de Velasco. Aunque fue consagrada en 1530, un siglo después todavía no se había culminado, ya que a principios del siglo XVII continuaban costeándose las obras.

Finalmente, quedó inconclusa puesto que no se construyó ni el claustro ni una de las torres. El Altar Mayor, barroco churrigueresco y sin policromar, está presidido por una talla tardo-románica del siglo XII de Nuestra Señora del Mercado y la pintura de la Asunción de la Virgen, firmada por Palomino en el s. XVIII. Monumento Nacional desde el año 1931. (Más información).

Nos dirigimos ahora a la Plaza Mayor (más información), uno de los mejores ejemplos de arquitectura mesetena y de plaza típica castellana en la provincia de Soria. De planta cuadrangular, toda ella aparece porticada con pilares de madera sobre basa de piedra. Las vigas de oscura madera, los balcones y el color de las paredes le confieren una belleza singular y recuerdan el cromatismo de la tierra soriana.

Por uno de los laterales de esta plaza, nos adentramos en el entramado medieval de calles que conforman la Aljama.

Antiguo barrio judío de Berlanga, considerado uno de los más importantes de la provincia junto con las de Almazán, Medinaceli, Soria y Ágreda, llegando a vivir en ella entre 300 y 400 vecinos en el año cuarto del siglo XV. El barrio se componía de cinco calles, se estructuraba en torno a un espacio central o plazuela y se acedia a él a través de pasadizos de los que aún se mantienen dos.

Continuamos nuestro paseo dirigiéndonos hacia la Puerta Aguilera, una de las cinco puertas con las que contaba la villa, siendo construida en el s. XIV y rematada en el s. XVI.

Era la puerta principal, perteneciente al segundo recinto amurallado con el que contaba Berlanga. Esta Cerca Nueva, de la que apenas quedan restos, circundaba la villa bajomedieval. Esta almenada y presenta un escudo picado, enmarcado por unas pilastras que sostienen una concha que, según algunas versiones, relacionarían a la villa con el Camino de Santiago.

Frente a esta, extramuros, se alza el Hospital de San Antonio y Ermita de la Virgen de las Torres, que fue hospital de enfermos y albergue de peregrinos, erigido en el segundo cuarto del s. XVI. Hoy solamente queda la puerta de acceso, un sencillo arco de medio punto ornamentado con los escudos de los Tovar y los Enríquez y con la estatua de San Antonio alojada en una pequeña hornacina;...

...la antigua chimenea de las cocinas...

... y la antigua capilla de la Virgen de las Torres, que custodia en su interior, una primorosa talla románico-gótica de la virgen del siglo XIII, que procede de la antigua parroquia de Santo Tomé. (Más información).

No muy lejos divisamos el Rollo Gótico, uno de los ejemplares más interesantes y mejor conservados de la provincia, construido probablemente a finales del siglo XV. Esta impresionante picota gótica, era el elemento que indicaba que la villa tenía su propia jurisdicción y servía, a la vez, para castigo de los reos y exhibición de los objetos o herramientas con los que había cometido un delito.

Junto a este se levanta la Ermita de la Soledad o Ermita humilladero, cConstruida en el segundo cuarto del s. XVI. Presenta un tosco pórtico de madera que guarnece la doble entrada de arcos de medio punto. Frente a ella se alza un sencillo crucero.

Nos dirigimos a nuestro punto de inicio de la visita a la villa, recorriendo la Calle del Postigo y la Calle Real, una de las calles más importante de la villa, en donde se encuentran varias casas nobiliarias blasonadas.

Y así, tras un agradable paseo, llegamos al CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE SAN BAUDELIO, motivo de nuestra visita a esta hermosa villa,...

... pues queríamos ampliar la información sobre la impresionante ERMITA DE SAN BAUDELIO, considerada como « La Capilla Sixtina del arte mozárabe» y la joya más original de la arquitectura de estilo prerrománico soriano, que también habíamos visitado anteriormente.

Finalizamos la visita junto al bonito crucero que veremos siguiendo la calle donde se encuentra el centro de interpretación y desde donde tendremos una buena perspectiva de la muralla del castillo.