La iglesia parroquial de Santa María la Real, es el principal referente
de la localidad, declarada Monumento Histórico Artístico en 1944 y una de las
obras cumbre del gótico rural castellano-leonés.
El origen de la iglesia de La Hiniesta, y del municipio que surgió en su
entorno, lo explica un documento de 1290.
Cuenta este relato que, durante una estancia del rey Sancho IV en Zamora recuperándose de
unas fiebres,o visitando a su hijo, el
futuro Fernando
IV trató de salir del tedio de su reposo organizando una jornada de
caza por los alrededores.Durante la misma, al dirigirse a recoger una perdiz
abatida por uno de sus halcones, halló a la indefensa ave refugiada junto a
unas hiniestas y bajo la protección de una pequeña imagen de la Virgen.
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| RECOGIDA DE:http4.bp.blogspot.com-tZOWNNQqCzgVOxv2wJRISIAAAAAAAACFgdRVKe_CbfhEs1600Hiniesta%2B1.jpg |
Inmediatamente esa imagen fue trasladada a la capitalina parroquia de San
Antolín, mandando el monarca erigir una iglesia en su honor bajo la advocación
de Santa María la Real, en el lugar donde apareció la efigie.
Lo más interesante de esta iglesia es su portada sur, protegida a día de
hoy por un gran pórtico cubierto con bóvedas de terceletes sobre ménsulas,
erigidas entre finales del siglo XV y principios del XVI durante el reinado de
los Reyes Católicos.
Su portada consta de cuatro arquivoltas, que rodean un tímpano en el que
aun es perfectamente visible su policromía original, queda dividido en dos
registros en altura.
El inferior, compartimentado a su vez en cuatro campos
separados por arquillos típicamente góticos, presenta una sucesión narrativa
del tema de la Epifanía, apareciendo a la izquierda el episodio de los Magos
ante Herodes y a la derecha su Adoración al Niño en el Portal de Belén.
El registro superior queda presidido por la efigie de Cristo Juez
entronizado y coronado, siendo flanqueado a sus lados por la Virgen y San Juan Evangelista
en posturas genuflexas, así como por dos pequeños angelitos que portarían los
instrumentos de la pasión hoy desaparecidos.
El tímpano queda envuelto por cuatro arquivoltas apuntadas y ricamente
decoradas.
La más interna parte de sendas cabezas de león y despliega a lo
largo de su rosca figuras humanas en posición radial sosteniendo libros.
La segunda arquivolta se anima en toda su longitud por músicos tañendo
diferentes instrumentos, partiendo la arcada de dos cabezas: una de aspecto
monstruoso y la otra calmosa. En el enclave del arco, un doselete que ennoblece
la figura.
A cada lado del vano de ingreso principal se disponen sendas arquerías
ciegas en dos registros en altura: las inferiores a base de arcos trilobulados
vacíos; y las superiores, algo más profundas e individualizadas mediante
elegantes doseletes, destinados a acoger representaciones escultóricas de
personajes bíblicos.
En todo el conjunto escultórico de la portada de Santa María la Real de
La Hiniesta ha querido identificarse la mano de un maestro derivado de los
talleres de arraigo francés, procedentes de la propia catedral de León.
En la década de 1720,se levanta la impresionante torre espadaña .
Un poco
antes se habia construido la sacristía y el camarín de la capilla mayor.
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| EXTRAÍDA DE:http4.bp.blogspot.com-zd6y4h9wQBgVPCg37Ohu7IAAAAAAAACLgmFpegPRRdCAs1600Hiniesta%2B1.JPG |
También
en el siglo XVIII se cubre con bóveda de lunetos los tres tramos finales de la
nave, se decoran todas las bóvedas y se instala el retablo principal, que
oculto unas interesantes pinturas murales y sepulcros góticos tardíos, no
accesibles al público.
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PINTURAS MURALES
TRAS EL RETABLO.
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La puerta se rehízo en 1751, cuando se instaló el arco rebajado,
sustituyendo a una entrada con parteluz.
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