CATEDRAL DE CRISTO SALVADOR, ÁVILA

La Catedral del Salvador forma parte de la Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985 y en su día fue proyectada como templo y fortaleza, siendo su ábside, popularmente conocido como Cimorro, uno de los cubos de la muralla de la ciudad. 

Data del siglo XII y está considerada como la primera catedral gótica de España, al estilo de las francesas de la Île-de-France (Saint-Denis a la que se parece bastante y Vézelay)​ siendo de estilo románico de transición al gótico la zona construida por Fruchel. Posteriormente, distintos maestros continuaron y modificaron el plan de obras ya en estilo gótico pleno. Del siglo XIII son el primer cuerpo de las torres y las naves y del XIV el segundo cuerpo de las torres (una de ellas inacabada), el claustro, las bóvedas y los arbotantes. Ya en el siglo XV se terminan todas las obras de la catedral y, en 1475, Juan Guas construye el reloj mecánico, además de trasladar una de las portadas.

Esa es la llamada PUERTA DE LOS APÓSTOLES o PUERTA NORTE, fechada en torno al 1300, que hasta 1470 se encontraba entre las dos torres a los pies del edificio, cobijada por un pórtico y adentrada un tramo hacia el interior del templo. Su traslado al tercer tramo de la nave norte lo realizó el mencionado arquitecto de ascendencia flamenca, que adaptó el conjunto a un espacio de menores dimensiones que el original.

En el tímpano de la portada se desarrolla el tema del Juicio Final, con Cristo Juez en mandorla rodeado de ángeles turiferarios en dos niveles, quedando a sus pies algunas escenas de la Pasión, como la Última Cena o el Lavatorio.

Las jambas alojan al colegio apostólico, esculturas de tratamiento alargado en relación con la tradición gótica francesa, situadas sobre basas y bajo doseletes.

Cinco arquivoltas rematan el conjunto con escenas alusivas a la resurrección de los muertos, la condena de los pecadores o los Ancianos del Apocalipsis, mientras que dos pequeñas esculturas de San Gabriel y la Virgen se colocan en las enjutas del arco, formando el tema de La Anunciación. Todo el conjunto está cobijado por un arco carpanel, que se decora con una crestería tardogótica con pináculos y en la que aparece el Salvador, escultura procedente del parteluz o mainel de la primitiva portada.

Otra de las entradas es la PUERTA OCCIDENTAL, que se conforma mediante una superposición de estilos, quedando abajo el acceso ligado al tardogótico, coronado por un remate del siglo XVIII, obra del arquitecto Ceferino Enríquez de la Serna. Se compone de un arco de medio punto decorado con medallones y motivos florales. En las jambas de la puerta destacan las esculturas de dos salvajes que custodian y protegen la entrada al edificio, los conocidos como Gog y Magog, que intimidan al visitante para que mantenga una devota conducta tras cruzar las puertas.

La iglesia se inscribe en planta de cruz latina formada por tres naves, crucero y cabecera semicircular de doble girola con finas columnas y arcos ojivales, que aportan a este espacio una sensación de ligereza y diafanidad. Las tres naves son de igual anchura pero la central es notablemente más alta, y se abre con grandes ventanales al exterior. Las bóvedas son en su mayoría de crucería simple cuatripartita.




Foto de la página: https://viajarconelarte.blogspot.com/2014/03/las-capillas-el-cabildo-y-el-claustro.html

Nos fijaremos en los VITRALES, siendo los de mayor importancia aquellos correspondientes a la girola, la capilla mayor, el presbiterio y el crucero, todos del siglo XV-XVI. Solo encontramos un único ejemplo de siglos anteriores, la vidriera central superior de la capilla mayor, que se realiza en el siglo XIV con soluciones de forma y color propias del gótico internacional.



Nos detenemos ahora en la CAPILLA DE LA VIRGEN DE LA PIEDAD O DE LOS DOLORES, fundada por el arcediano de ARÉVALO (enlace a nuestra publicación), Don Rodrigo Dávila, a mediados del siglo XVI en estilo renacentista, por tanto, posterior a la terminación de las obras de la catedral. Es también conocida como Capilla de la Blanca al estar presidida por una escultura en mármol blanco de Carrara, obra de Juan Bautista Vázquez «el Viejo», de 1560, copia de la magnífica Piedad de Miguel Ángel, aunque con rasgos distintivos del renacimiento español, menos apegado a los ideales de belleza y las proporciones clásicas. En esta capilla se venera también la imagen de la Virgen de la Caridad, a quien, según la leyenda, Santa Teresa de Jesús se encomendó de niña tras la muerte de su madre. Es una talla de vestir del siglo XV, que procede de la destruida iglesia de San Lázaro, situada a la orilla del rio Adaja.

Junto a la Capilla, en el muro que separa el atrio del resto de la nave, y junto a la escalera de subida a la torre, se abre un pequeño espacio protegido por una reja plateresca en el que se ubica el baptisterio. La hermosa PILA BAUTISMAL es obra anónima de alabastro que se data en el siglo XV. A principios de la centuria siguiente, entre 1514-1518, corresponde el pie y la exedra, obras del escultor Vasco de la Zarza, el pie también de alabastro y la exedra de estuco.

Continuamos nuestra visita admirando el TRASCORO, una pieza renacentista dividida en tres calles mediante pilastras entre las que aparecen, de izquierda a derecha, los altorrelieves de La presentación en el Templo, La Adoración de los Reyes y La matanza de los Inocentes. En las entrecalles hay escenas en medallones, El abrazo de San Joaquín y Santa Ana y La Visitación; mientras que en formato vertical aparece Jesús entre los Doctores y La Huida a Egipto. En la zona superior, rematando el conjunto, encontramos a los profetas sentados entre balaustres, identificados mediante filacterias con sus nombres. En la crestería aparecen representaciones de angelotes en posturas dinámicas flanqueando la figura de El Padre Eterno.




EL CORO se concibió en origen en la capilla mayor, al modo de las catedrales medievales. Sin embargo, la tradición renacentista española de colocar el coro en el cuerpo de la nave lleva al cabildo a sustituir el original, del siglo XIV, por uno nuevo cuya sillería se comienza en 1536. Las obras duraron once años siguiendo los bocetos de Cornielles de Holanda, documentándose la participación de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo, discípulos del genial escultor y precursor de la Escuela de Ávila, Vasco de la Zarza.

Es una pieza renacentista organizada en dos órdenes de asientos y trabajada en madera de nogal. En los respaldos de la primera fila se desarrollan, en medio relieve, las vidas de algunos santos, cubiertos por una cornisa con taraceas ornamentales. Arriba aparecen magníficos grutescos de genios y figuras monstruosas, así como la representación de los Apóstoles en el paño central, figuras atribuidas a Isidro de Villoldo. En el centro, sobre la silla episcopal, una escultura policromada del primer obispo, San Segundo. La rejería que cierra el conjunto fue colocada en el año 1760.

Frente a este contemplaremos el RETABLO DEL ALTAR MAYOR, una de las obras maestras de la pintura abulense, iniciado a manos del pintor Pedro Berruguete en 1499, dando las trazas generales y realizando el cuerpo inferior o predela, en la que representa a los cuatro doctores de la Iglesia y a los evangelistas.

De Berruguete también son las dos tablas de la parte superior izquierda, en las que se inicia el Ciclo de la Pasión de Cristo, siendo estas las de la Oración en el Huerto y la Flagelación. Al morir en 1503, el maestro había comenzado también las tablas de La Anunciación y la central de la Crucifixión, terminada por Santa Cruz. A la muerte de este en 1508, quien continuó el programa con escenas de la Epifanía y la Transfiguración, fue Juan de Borgoña quien termine el conjunto en un estilo plenamente cuatrocentista, frente al estilo gótico y flamenco de los anteriores. Realizó las escenas de La Presentación, el Descenso de Cristo a los infiernos, el Nacimiento y la Anunciación, terminándose el conjunto en 1512.

El marco de madera sobredorada que acoge las tablas fue comenzado por el Maestro Roldán al mismo tiempo que las pinturas, pero se terminó por Vasco de la Zarza en 1508, aunándose de esta manera elementos tardogóticos y renacentistas. El Sagrario de alabastro es también obra de Vasco de la Zarza.

Llegamos ahora a la GIROLA, la parte más primitiva de la catedral, de mayor importancia arquitectónica y cuyo diseño pertenece al arquitecto Fruchel. Se compone de un doble deambulatorio separado por finas columnas que a su vez articulan la división de las nueve capillas semicirculares que conforman el espacio. Esta solución no es la original, sino que se adopta en el siglo XV, durante las reformas que suscitaron los problemas estructurales. Destacan en este espacio los capiteles originales de la primera etapa constructiva, con escenas como Lázaro y el rico Epulón o El Pecado Original, así como representaciones de animales fantásticos.

En el itinerario por esta nos detenemos primeramente en la CAPILLA DE SAN NICOLÁS para admirar el sepulcro situado a la derecha de la pintura del Santo de Bari, donde descansan los restos del obispo don Hernando, muerto en el año 1292. En él aparece una sugestiva representación escultórica de la subida del alma del difunto a los Cielos, ayudado por ángeles.


Aquí, nos perderemos en la maravilla de contemplar el fascinante TRASALTAR, espacio dedicado a la sepultura del obispo del siglo XV, Alonso Tostado y Ribera, más conocido como Alonso de Madrigal o El Tostado, que ocupó la cátedra entre 1449-1455 y destacó por su santidad y su ciencia.

La zona se compone de un total de cinco paños, situados en la cara interna de la girola, donde se representa a los evangelistas en los laterales, reservando el central para el gran obispo de Ávila. Todo el conjunto es obra del escultor Vasco de la Zarza, pero es el cuerpo central el que se acepta como una de las obras magnas de la escultura del renacimiento en España.

Está trabajado a modo de retablo pétreo en el que se emplea la más exquisita decoración escultórica. Partiendo del arranque de la bóveda, aparece la figura de El Padre Eterno, situado sobre el relieve de la Natividad. Debajo aparece un friso con el viaje de los Magos de Oriente, que tiene su fin en la escena inferior, La Adoración. Este relieve en formato de tondo sirve para enmarcar a la figura del prelado, que aparece ataviado con la capa pluvial y la mitra, concentrado en su tarea de estudio con los ojos entrecerrados por los problemas de visión que tuvo al final de sus días. Está rodeado por la personificación de las Siete Virtudes, que se sitúan en hornacinas aveneradas sobre el sepulcro.



Situada en el centro de la girola está la CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE GRACIA, que fue desde muy antiguo el altar principal de la catedral después de la capilla mayor. 

A continuación nos detenemos en la CAPILLA DE LA ASUNCIÓN, con dos arcosolios de enterramiento, el de la izquierda de un caballero y el de la derecha de un eclesiástico, y en la que a partir de las Edades del Hombre se ha colocado un retablo hispano-flamenco dedicado a san Miguel.


En la última capilla de la girola, la CAPILLA DE SAN JUAN BAUTISTA, se abre una puerta trabajada al estilo hispanoflamenco, un arco trilobulado bajo otro conopial, que da acceso a la SACRISTÍA Y SALA CAPITULAR, además de las dependencias que hoy conforman el MUSEO CATEDRALICIO.

La primera es la llamada SACRISTÍA DE LOS BENEFICIADOS, una construcción del siglo XIV en la que destaca su magnífica bóveda de nervios dorados sobre ménsulas embebidas en el muro. Rodea la sacristía una cajonera en uso desde el siglo XVI, atribuida a Cornelius de Holanda, sobre la que se coloca, en el muro de la derecha, un retablo del siglo XVI que muestra en sus tablas inferiores la prisión y liberación de San Pedro, quedando arriba el Santo Apóstol vestido de pontifical.

La principal, que también sirvió de Sala Capitular y es conocida como CAPILLA DE SAN BERNABÉ, está decorada en los testeros de las cuatro paredes por grupos escultóricos en madera esmaltada que representan escenas de la Pasión de Cristo, obra de los imagineros Isidro de Villoldo, Juan Frías y Pedro de Salamanca hacia 1555.

En el fondo hay un magnífico retablo en alabastro, obra también de Villoldo con la colaboración de Frías, que sirve para completar el mensaje pasional del conjunto con la Flagelación y Cristo Ecce Homo, además de los relieves de San Bernabé, San Andrés y San Pablo junto a las Virtudes Cardinales. Las cajoneras son del siglo XVIII. Este espacio no solo es importante por el conjunto artístico, sino también por la historia que envuelven sus muros, pues aquí se reunieron los nobles castellanos para proclamar la Farsa de Ávila en 1465 contra Enrique IV, el mismo espacio que eligieron los Comuneros de Castilla para unificar criterios en la Junta de Ávila de agosto de 1520.

Una portada realizada por Vasco de la Zarza en el siglo XVI, con pilastras corintias sobre pedestales y escudos de la Iglesia y del obispo Carrillo de Albornoz, comunica esta estancia con el MUSEO DE LA CATEDRAL DE ÁVILA, trasladado con motivo del año Teresiano de 1962, desde las antiguas dependencias en la Capilla del Sagrado Corazón, a la Capilla del Cardenal Quiroga y las salas contiguas, que habían sido históricamente destinadas a Sala Capitular, Sala de Cantorales, archivo y biblioteca, situadas en la crujía oriental del claustro. Este traslado permitió acoger un mayor número de obras que pueden ser contempladas con más comodidad por el visitante. En el año 2010 se hicieron reformas en este espacio, resituando algunas piezas y ampliando el conjunto en una sala más, la Sala de La Pasión.


Sala principal del museo llamada Capilla de Cardenal. 

El centro de la sala lo ocupa la Custodia Procesional de Juan de Arfe, realizada en 1571. Está trabajada toda ella en plata, mide 1,70 metros y pesa aproximadamente 70 kg.

Con motivo de la exposición de Las Edades del Hombre “Testigos”, en 2004, el CLAUSTRO de la Catedral fue adaptado para la visita turística, acristalando el conjunto e introduciendo vitrinas en las crujías este y sur. Actualmente dichas vitrinas acogen numerosas piezas de orfebrería, entre las que se intercalan capiteles y cruces de piedra procedentes de la primitiva construcción catedralicia.


Fue comenzado en el siglo XIV en estilo gótico y rematado en el siglo XVI por una crestería renacentista de granito, realizada por los maestros Mateo, Pedro de Viñegra y Vasco de la Zarza. Al interior presenta cubierta de bóvedas de crucería y se abre al patio mediante grandes ventanales propios al estilo del gótico pleno, pero que en su mayor parte son resultado de las restauraciones llevadas a cabo en 1980.


En el claustro de la catedral reposan los restos mortales del historiador y penúltimo presidente del gobierno de la Segunda República española en el exilioClaudio Sánchez-Albornoz, y del presidente del Gobierno de España de 1976 a 1981 Adolfo Suárez y su esposa, Amparo Illana ​(Tumba de Adolfo Suárez).

De vuelta al templo, visitaremos la CAPILLA DE SANTA TERESA (Antigua Capilla de San Blas), situada en el lado derecho del crucero (epístola). Esta obra del arquitecto Francisco de Mora se distingue principalmente por los restos de pintura mural que presenta, trabajados en estilo gótico y ocultos durante siglos por un retablo dedicado a San Blas. Tras retirarse el retablo en 1964, se dedicó la advocación a Santa Teresa, cuya imagen en madera policromada ocupa el centro del conjunto.


También encontramos en este espacio los sepulcros de algunos miembros de la familia Dávila, como el de don Blasco Dávila, obispo de SIGÜENZA (enlace a nuestra publicación), o el don Sancho Dávila, capitán de los ejércitos de los Reyes Católicos. En el nicho restante, carente de decoración, se ha supuesto el enterramiento del obispo don Sancho Blázquez Dávila, quien impulsó las obras de finalización de la catedral en el siglo XV.

Y finalizamos contemplando en la CAPILLA DE SAN ILDEFONSO,  los sepulcros de don Pedro González de Valderrábano, miembro del consejo del rey Juan II y de don Alonso de Valderrábano, deán catedralicio y fundador de la capilla.










TODA LA INFORMACIÓN FACILITADA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

 https://catedralavila.es/

https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_%C3%81vila

https://viajarconelarte.blogspot.com/2014/03/la-catedral-de-avila.html

https://viajarconelarte.blogspot.com/2014/03/las-capillas-el-cabildo-y-el-claustro.html

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2 comentarios:

  1. La conozco, hace unos años estuve en ella y me gustó mucho, creo que volveré pronto. Besos.

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    1. Ávila es de esas ciudades que siempre te deja con ganas de volver. Un saludo Teresa!

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