Antecesora de la actual catedral gótica. En la que antes del edificio existente estuvo un templo prerrománico que más tarde paso a uno de estilo románico consagrado en el año 1069, en tiempos del Obispado de Pedro Núñez que pudo tal vez ser terminada, a mediados del siglo XIII, sin que se tengan muchos datos de su construcción.
Sin embargo un documento con fecha de 1117 proporcionó a los estudiosos un dato clave para conocer la evolución del edificio. En este documento se hace saber que los reyes Alfonso VI y su segunda esposa, Constanza de Borgoña, habían mandado fundar (ab initio) la iglesia de Santa María Virgen, es decir el templo catedralicio. Esto sucedía en el tiempo de mandato del obispo Osmundo, fundador de la ciudad de Ponferrada que se encargó de introducir la liturgia romana.
La moderna catedral comenzó a edificarse por la cabecera en el siglo XV (1471) en estilo gótico, al igual que las capillas.
La obra gótica tiene posibles vínculos con los arquitectos Juan de Colonia y su hijo Simón de Colonia en lo que se refiere a la construcción original.
La Portada, consta de dos cuerpos y un frontón, con arco abocinado de medio punto y clave resaltada. Está delimitada en sus flancos por columnas con capiteles platerescos.
En las enjutas del arco hay dos medallones representando a los Apóstoles San Pedro y San Pablo que son fieles representantes de la cristiandad e Iglesia Católica. El friso está decorado con metopas y triglifos.
El tímpano está adornado de fina crestería a candelieri y en su interior puede verse la efigie del Padre Eterno que con su mano derecha bendice mientras sujeta la esfera del mundo con la izquierda.
En el segundo cuerpo hay una hornacina de medio punto que contiene la Virgen de la Asunción coronada por ángeles.
Es de planta basilical con tres naves que se prolongan sobre la planta románica y capillas entre contrafuertes y tres ábsides poligonales; las bóvedas son de crucería. Los pilares que las sustentan no tienen capiteles sino que se prolongan uniéndose con los nervios de las mismas.
A ambos lados dela fachada principal, torres cuadradas con más de 60 metros de altura, coronadas por chapiteles de pizarra.
La fachada principal es barroca del siglo XVIII. Su ejecución se debe a la dirección de los arquitectos Francisco y Manuel de la Lastra Alvear (padre e hijo) que se hicieron cargo de la tercera fase de construcción de esta obra desde finales del siglo XVII hasta principios del XVIII.
A la muerte del padre, en 1683, su cuerpo fue enterrado en el Claustro de la Catedral, obra neoclásica de 1755 autoría de Gaspar López Intervino también en 1708-1710, el maestro Pablo Antonio Ruiz.
La orientación del edificio es
inusual, pues su cabecera se dispone hacia el noreste, siendo lo habitual una
orientación hacia el este.
La fachada occidental o principal, es el arquetipo del estilo barroco leonés. Se articula a imitación de la fachada occidental gótica de la catedral de León con tres portadas abocinadas ricamente labradas, limitadas en sus flancos por las dos torres, que se unen al cuerpo central por medio de elegantes arbotantes y balconcillos labrados. Se remata con torrecillas y pináculos, como en la de León, pero adaptados al estilo barroco. Se muestra al espectador como un gran retablo de piedra.
De las tres portadas de acceso, la
central ocupa un espacio bastante mayor en anchura. Los tres huecos avanzan a
modo de pórtico, con gran riqueza de tallado y separados unos de otros con
columnas ajarronadas y muy trabajadas.
El arco de la puerta central es
trilobulado y está enmarcado por las columnas ajarronadas. En la bóveda fueron
labradas copiosas escenas con iconografía del Evangelio:
Purificación del templo (expulsión de
los mercaderes). Parábola de la mujer adúltera. Dos curaciones, la del hombre
hidrópico en un sábado y la del ciego de Betsaida (que va vestido de peregrino,
en alusión al Camino de Santiago). Escena del Descendimiento.
En la hornacina central de la fachada se ve la imagen de la Asunción (titular de la catedral).
Más arriba, en un tímpano triangular está la representación de Santiago que recibe y despide a los peregrinos que pasan por allí.
En el vértice del triángulo aparece la representación mística del Cordero, custodiado por cuatro ángeles.
En el centro se abre un gran óculo cuya vidriera (vista desde el interior) representa a Cristo resucitado.
Por encima hay una balaustrada
decorada con sirenas y grutescos y en la cima, un rosetón calado que se corona
con pináculos barrocos y roleos. El pináculo central culmina con una cruz y
bajo ella, la representación del pelícano como símbolo de la Eucaristía.
Dentro del templo, en el presbiterio se aloja el retablo mayor obra cumbre del romanismo en España, del escultor Gaspar Becerra.
Plano recogido de:httpwww.jdiezarnal.comcatedraldeastorgaplanta02.jpg |
El retablo está dividido en tres cuerpos o pisos y cinco calles, más cuatro entrecalles, apoyándose todo en una predela.
Sobre él se encuentra el grupo
escultórico de la Asunción, y sobre este, el grupo
escultórico de la Coronación de María.
...y flanqueándolo cinco esculturas de bulto redondo por lado: a la izquierda y por este orden: San Esteban, San Benito de Nursia, Santo Domingo de Guzmán, San Gregorio y San Jerónimo. A la derecha le siguen: San Ambrosio, San Agustín, San Francisco de Asís, San Antonio y San Lorenzo.
Frente a este se encuentra el coro, la reja que lo cierra, está considerada como un valioso ejemplar, dentro del llamado estilo greco-romano perteneciente al primer tercio del siglo XVII, entre los años 1622 y 1629. En la parte superior de la misma escudos del obispo Mexia de Tovar y del cabildo. En el ático hay un calvario de madera obra del escultor Gregorio Español.
El coro de la nave central es de
estilo flamenco. Lo conforman 97 sitiales (42 en la parte baja y 55 en la parte
alta), realizados en madera de nogal sin policromar con tallas iconográficas centradas
en el Antiguo y Nuevo Testamentos.
En el centro del coro conserva un espléndido facistol de madera con cubierta de metal dorado y rematada en una cruz.
También hay temas góticos, escenas de animales fantásticos, unos perros que fuman en pipa mientras juegan a las cartas, ornamentación típicamente renacentistas.
Destaca la silla del abad, Santo Toribio, combativo del priscilianismo.
Sobre este asiento, una talla del Ecce Homo.
El trascoro es neoclásico, ejecutado en mármol, jaspe, alabastro y bronce. El conjunto es una verdadera capilla con retablo, altar y cerramiento con reja.
Consta de un solo cuerpo y tres calles; las dos laterales avanzan en curvatura; en el centro de cada cavidad y contenidas, están esculpidas unas escenas de San Pedro y San Pablo.
El encuadre está rematado por frontón triangular. Las calles están limitadas por columnas de capiteles jónicos.
En la calle central se abre una hornacina dispuesta entre columnas, que acoge una imagen de la Virgen de Valvanera. Sobre el arco de la hornacina hay un sol esculpido con cuatro angelotes entre nubes y en el centro del sol, la paloma símbolo del Espíritu Santo. Encima de este único cuerpo hay un friso bastante ancho y sobre él y en el centro está colocada la gran imagen del obispo Santo Toribio.
El órgano es una caja barroca situada en el lado del evangelio decorada con figuras de Santa Cecilia (patrona de los músicos), el rey David tocando un arpa y ángeles con instrumentos musicales.
A ambos lados del altar mayor dos capillas son la Capilla del Santísimo y Ntra. Señora de la Majestad, a la izquierda, retablo financiado por el obispo Alfonso Mexia de Tovar.
En una sala del museo se exhibe la tela con la que fueron envueltas unas
reliquias depositadas en una oquedad de la espalda de la Virgen de la Majestad.
Entre sus oratorios destacamos la Capilla de San Juan Bautista, del lado de la epístola.
O la capilla de la Inmaculada, del lado del evangelio. Capilla de la Inmaculada Concepción o de la Purísima Concepción. Situada en el primer tramo de la nave del evangelio en el brazo del falso crucero.
Mandada construir a expensas del obispo Mexia de Tovar en 1627 según diseño de Juan de Peñalosa. Obra del ensamblador Francisco Ruiz, mientras que el dorado corrió a cargo del maestro pintor Juan de Meaza en 1630. En el centro del retablo escultura de 1626 de la Inmaculada Concepción del escultor Gregorio Fernández (* Sarriá-Lugo 1576 † Valladolid 22-01-1636). En los laterales del retablo podemos ver dos grandes escudos del obispo Mexia de Tovar.
Las dos pequeñas pinturas del banco del retablo representan uno, el anuncio a Santa Ana y al otro lado el anuncio a San Joaquín. Las cuatro tablas laterales son escenas alegóricas del Cantar de los Cantares y letanías a la Virgen María. En el ático pintura del Abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la puerta dorada. Son obras del canónigo Juan de Peñalosa.
La Capilla de San José, en los muros del lado de la epístola.
Se especula que en tiempos pretéritos esta capilla se hizo para honrar y agradecer el mecenazgo de los Obispos que construyeron la Catedral. Es la actual capilla de San José y de la que se atribuye su autoría a Gil de Hontañón. En el muro se abrieron una serie de siete hornacinas de medio punto en las que se colocaron otros tantos bustos de piedra caliza de Obispos supuestamente mecenas de la Catedral. En 1699 se anuló esta singular memoria al colocarse el retablo de San José. Se retiraron los bustos a excepción de uno que incomprensiblemente quedó forzadamente tras el retablo, y se copió en una cartela, colocada hasta tiempos recientes en uno de los muros, la inscripción dedicatoria que corre sobre el friso:
DE EPISCP. FACTORIBVS SVIS MONVMENTÛ BENEFICII MEMOR TÊMPLI FABRICA DICAVIT. ANNO MDXLVIII (A los Señores Obispos que la hicieron, dedicó este monumento la fábrica de la Catedral agradecida. Año 1548).
O la Capilla del Retablo Hispanoflamenco, este retablo también es llamado de San Miguel por la presidencia de una talla de dicho Arcángel en la hornacina central superior.
Al rededor del coro como es lo habitual se sitúan bellas capillas, con bonitos retablos.
Retablo de Nuestra Señora de Guadalupe Situada en el muro lateral del coro del lado del evangelio, frente a la capilla de Santa Teresa.
Retablo rococó del siglo XVIII. Centra el retablo una tabla pintada de la Virgen y bajo ella cuatro pequeños óvalos historiados que representan diversas escenas de las apariciones de la Virgen María al indio Juan Diego en 1531. La introducción de la devoción de la Virgen de Guadalupe fue obra del canónigo-deán de origen mexicano Miguel Fernández Cacho. Sobre la Virgen una imagen del Nino Jesús con los elementos de la Pasión del siglo XVIII.
Capilla de
la Milagrosa o del Baptisterio En el cuerpo inferior de la torre Norte. Séptimo
tramo de la nave del evangelio.
Centra un retablo del siglo XVIII que alberga una talla de la Virgen Milagrosa. También es conocida como del Baptisterio por que en ella encontramos la pila bautismal.
A los pies sobre la contrapuerta de
entrada encontramos un curioso reloj, obra de Bartolomé Hernández del año 1800,
conocido como del Sol y la Luna ya que marca las 24 horas del día según la
esfera y las fases de la luna.
La iglesia, el Archivo diocesano, con
Archivo capitular y museo, y el Hospital de San Juan Bautista, fundado en la
Edad Media y hoy alberga conocida como la capilla de San Ildefonso que es el
recibidor del museo, y una residencia para la tercera edad.
Foto extraída de:httpwww.jdiezarnal.comcatedraldeastorgaplanta01.jpg (2) |
Aquí podemos observar entre otras
piezas, una cabeza románica, uno de los restos mejor conservados de la antigua
catedral románica. Su desarrollada técnica ha hecho que algunos autores lo
hayan relacionado con el estilo del Maestro Mateo de la catedral de Santiago.
Consta de nueve salas, donde se muestran obras. La primera sala, es la sala más importante del museo. En ella se albergan algunas piezas únicas en su género.
Piezas como la Arqueta de San Genadio,
de valor excepcional, regalo de Alfonso III el Magno a San Genadio, obispo de
Astorga en el siglo X. Ha servido de relicario y también para reservar la
Eucaristía. Se puede apreciar que la madera está revestida por cinco planchas
de plata repujada y sobredorada. Es una pieza única de la primitiva orfebrería
asturiana que guarda relación con la Caja de las Ágatas y la Cruz de la
Victoria de la Cámara Santa de Oviedo. Su originalidad está tanto en las
múltiples inscripciones y su rica iconografía.
Imagen recogida de:httpswww.catedralastorga.comwp-contentuploadsarqueta-san-genario-1-1280x804.jpg |
Un arcón románico de finales del siglo
XII, proveniente del monasterio cisterciense de Carrizo de la Ribera. Esta
pieza de gran tamaño está realizada en madera, presenta figuras bien definidas
con predominio de los colores ocre, rojo y azul.
Esenciero árabe: cristal de arte
fatimí del siglo X. Los relieves tallados representan motivos vegetales y
grecas de sabor oriental. Muestra muy rara del arte califal español, es una
pieza auténticamente singular.
Salas IV y V.
Se trata de la que fuera la sala capitular en la que se celebraban las reuniones de los canónigos. Resalta sobremanera su monumental artesonado, que fue recuperado del olvido en este siglo XXI oculto tras un techo raso. Al fondo está la sillería de nogal, tapizada de terciopelo rojo. En el centro un sillón abacial, engalanado con finísima madera.
Sala VI
Sala denominada “del tesoro”. En ella
destacan las siguientes piezas:
Cristo de los rubíes: cruz de altar de madera con remates muy finos, crucifijo de delicada ejecución y con gotas de sangre representadas con incrustaciones de rubíes.
Salas VII y VIII
En las vitrinas nos encontramos con
numerosas Vírgenes sedentes Medievales fechadas en los siglos XIII y XIV y un
San Miguel, realizados todos en madera policromada.
Además, se incluyen unas tablas
góticas del primer cuarto del siglo XVI. Las escenas se refieren a la vida,
tentaciones, tormentos y muerte de San Antonio.
Los principales sepulcros corresponden al obispo Martín González y el resto a sus familiares.
Hay que destacar las dos tablas del
siglo XV, restos de un antiguo retablo del camino jacobeo que alentaba a los
peregrinos en las dificultades de su camino. La primera presenta el tema del
“Puente de la vida”. Los discípulos del apóstol Santiago liberados
milagrosamente de la cárcel, huían de sus perseguidores y, tras cruzar el
puente, éste se derrumba salvándoles de sus adversarios.
La segunda, narra el episodio posterior, la reina Lupa los envía a morir a un monte de toros bravo pero tras hacer la señal de la cruz se tornan en mansos bueyes que portarán el carro con el sarcófago del Apóstol Santiago. La historia termina con la conversión de la reina que les regalará el palacio para que hagan una iglesia dedicada al Apóstol.
Y así llegamos al antiguo claustro, que
fue reformado en el año 1755 en estilo neoclásico, liso, con los arcos
pegados a los viejos muros, con bóvedas de ladrillo y enlucidos. Las portadas
de acceso a la catedral, sacristía, capilla de Santa Marina y a un pequeño
patio interior son muy bellas en su sobriedad.
En el claustro destaca la réplica de un sarcófago paleocristiano del siglo IV, aparecido en el siglo X que fue utilizado como sepultura por el rey Alfonso III el Magno y posteriormente los restos de Jimena Garcés (reina consorte de Asturias), también conocida como Jimena de Asturias su esposa de Alfonso III de Asturias.
En el año 986 cuando por orden del rey
Bermundo II de León (también conocido como el Gotoso), los restos de los reyes
fueron trasladados al Panteón de reyes de la Catedral de Oviedo, debido al
miedo de que las tropas musulmanas profanaran el sepulcro.
Aquí quedó hasta el siglo XIX. Desde
el año 1.869, está en el museo arqueológico nacional, aunque le falta la
cubierta.
En el museo de la Catedral Astorgana se expone una exacta copia de esta sepultura.
Las escenas que decoran este sarcófago pertenecen a la Biblia. De izquierda a derecha, se muestran: la resurrección de Lázaro,...
....el arresto de San Pedro; el milagro de la Fuente: San Pedro haciendo brotar agua de la roca;...
...el pecado original de Adán y Eva;...
...el milagro de la multiplicación de los panes y los peces y...
...el sacrificio de Isaac.
Todas las escenas, excepto la del arresto de San Pedro, obedecen a la idea de salvación, algo muy propio para un monumento funerario como éste, considerado uno de los primeros restos materiales que evidencian la presencia de la religión cristiana en la Península.
Además, podemos contemplar la estatua yacente de un obispo, obra primorosa, donde se aprecia la finura y elegancia del esculpido. La cabeza descansa sobre un almohadón. Bajo los pies, un dragón o grifo de cabeza aplastada. En la serena sonrisa de su rostro aparece la actitud del creyente de la Edad Media ante la muerte.
El edificio sufrió graves daños con el
terremoto de Lisboa de 1755 y en la siguiente centuria considerables deterioros
por causa de las tropas de Napoleón, especialmente en el claustro y las
vidrieras.
No hay que olvidar la imagen representada en el lugar más alto visible de la ciudad,
...del maragato Pedro Mato, como inspiración a su osadía.
INFORMACIÓN RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES
ENLACES:
https://www.catedralastorga.com/historia/otras-capillas/
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