MARAVILLAS DE CASTILLA Y LEÓN: IGLESIA DE SAN TIRSO, SAHAGÚN

Declarada Bien de Interés Cultural.

La iglesia de San Tirso, es una de las primeras iglesias Románico-Mudéjar de España.

Se comenzó a construir a principios del siglo XII en estilo románico siendo continuada en ladrillo, como podemos ver en el ábside central, que arrancó en sillería con columnas que a diferencia de los laterales son enteros en ladrillo. La pared se decoró con dos arquerías superpuestas de medio punto.

Su alta torre, es portentosa desde el punto de vista arquitectónico.

Levantada sobre el crucero, tiene planta rectangular con cuatro cuerpos, sobre un primer cuerpo troncopiramidal se alzan otros tres más con arquerías, teniendo los dos inferiores, columnas pétreas como apoyos.

En el interior resalta el trazado de los arcos triunfales de herradura.

Aunque ya no está abierta al culto, San Tirso si lo está al público como museo de arte sacro.

En su interior, podemos ver una exposición permanente con 6 maquetas de los edificios más emblemáticos del patrimonio de Sahagún, de Valentín Mon Aláez, con todo lujo de detalles tanto por fuera como por dentro, auténticas obras de arte en miniatura.

Detalle interior de la maqueta de San Tirso.

Se puede contemplar la maqueta de los restos de la Abadía de San Benito en el s. XI y XV.

El Convento de San Francisco (La Peregrina), y las Iglesias de Santiago, San Tirso, y San Lorenzo.

En el extremo meridional del crucero, se custodia, actualmente, el arca del sepulcro de del párroco de esta iglesia de San Tirso, D. Jerónimo Coronel Velázquez, natural de Valladolid, provisor de la abadía, así como de las catedrales de Valladolid, León y Astorga, y juez ordinario de Tribunal de la Santa Inquisición.

Protegido por la sillería del coro de la iglesia de la Peregrina, trasladada a la iglesia-museo de San Tirso, el sarcófago esta ricamente decorado.

En la tapa muestra la estampa del difunto.

En el extremo triangular del cierre, en la cabecera, figura el cordero pascual entre ángeles turiferarios. Bajo él, una escena cortesana que alude a su expiración.

Que continúa en el lado estirado derecho, con acontecimientos aristocráticos del funeral celebrado por dicho difunto.

En el lado largo de la caja del sepulcro pueden verse a la mano izquierda el Pantocrátor con el Tetramorfo y el apostolado.

A los pies dos ángeles llevando en un sudario la representación del alma del difunto, que esta vestido con un manto.

Encontramos en el interior una imagen de estilo gótico realizada en piedra hacia 1240: se presupone que podría ser San Juan Evangelista, y que debió pertenecer a la primitiva portada del monasterio de San Benito, aunque personalmente me recuerda al Daniel del taller del Maestro Mateo, en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, por su característica sonrisa.