REAL MONASTERIO DE SANTO TOMÁS, ÁVILA



El Real Monasterio de Santo Tomás es un edificio de estilo gótico que se encuentra en la ciudad de Ávila. Ha sido expresamente declarado en 1985 Patrimonio de la Humanidad como elemento individual, integrante del conjunto Ciudad vieja de Ávila e iglesias extramuros.

 Su fundación, en 1480, se debió al tesorero de los Reyes Católicos, Hernán Núñez de Arnalte, que murió prematuramente pero otorgando poder testamentario a favor de su esposa doña María Dávila, dama del entorno de Isabel I y de fray Tomás de Torquemada, confesor de la reina y prior del Convento de Santa Cruz de Segovia, en ese momento; para que actuasen en su nombre siguiendo con su deseo de construir un convento dominico dedicado a Santo Tomás de Aquino. El lugar elegido fueron unas casas, huertas y prado adquiridos por doña María y fray Tomás al canónigo Fernán González, en los arrabales de la ciudad, y con el dinero legado por el tesorero.

Foto recojida de:https1.bp.blogspot.com-fdIkeOzPIwwWNVrvwX7QAIAAAAAAAAc7AOvn1-wCFEcgAorIAHs-eWF0GyE4UftlNwCEws160002.jpg

Es un conjunto arquitectónico de gran tamaño con iglesia y tres claustros. Se accede a través de un gran patio. La fachada presenta una gran portada bajo arco tudor y dos machones formando una H, letra inicial de Hispanidad.


 Alojan un arco conopial hispano flamenco y doseles y pináculos que albergan diez estatuas atribuidas a Gil de Siloé. Las más cercanas a la puerta representan la Anunciación y el resto son santos relacionados con la Orden dominica.

 

También cuenta con un gran rosetón que da luz al coro sobre el que aparece el escudo de los Reyes Católicos sostenido por un águila.



Al interior es de planta de cruz latina con una única nave y coro alto a los pies, bóveda gótica flamígera, ocho capillas laterales, crucero y altar mayor en alto para dejar espacio a la capilla funeraria del príncipe Juan, desposado con Margarita de Austria.

VIDEO:Margarita de Austria 




En 1482, bajo la dirección de Martín de Solórzano,​ comenzaron las obras que duraron hasta 1493, con donativos dispuestos por don Hernán, y otros otorgados por los Reyes Católicos, quienes eligieron el nuevo convento para residencia de verano y enterramiento del heredero de la corona, el príncipe don Juan, en sarcófago renacentista esculpido en mármol de Carrara, entre 1511-1512  por Domenico Fancelli en Génova y encargo de Fernando el Católico siguiendo las órdenes testamentarias de la reina. 

Es una obra exenta, presenta una caja prismática en talud, sobre la que aparece la estatua yacente del príncipe con las manos juntas en oración sujetando la espada. Viste como guerrero pero con las manoplas a los lados señalando que no murió en combate. 





Apoya la cabeza, con expresión de calma y felicidad, sobre un cojín festoneado.




Los laterales están decorados con una imagen de la Virgen y otra de San Juan Bautista y las Virtudes Cardinales y Teologales. 



Las esquinas decoradas con grifos mitológicos, recurso que después repitió en el sepulcro de los Reyes Católicos en Granada.

Este sarcófago tampoco se libró de las tropas napoleónicas por lo que muchos relieves fueron mutilados y la verja de plata que rodeaba el sepulcro fue robada. Y lo peor de todo, los restos del Príncipe Juan fueron profanados y su paradero sigue siendo desconocido. El epitafio colocado a los pies reza:

La iglesia abriga ocho capillas de las que resaltamos la actual capilla de la santa dominica Santa Catalina de Siena (antiguamente, capilla de la Quinta Angustia). En ella destaca el sepulcro de los Dávila, don Juan Dávila y su mujer doña Juana Velázquez de la Torre, ayos del príncipe Juan


El sepulcro de alabastro presenta dos estatuas yacentes, de tamaño menor que el natural, que representan a los ayos: Juan Dávila, con armadura y empuñando su espada; Juana Velázquez de la Torre, orando y con traje de corte. 

Obra de Pedro de Salamanca, fue encargado entre 1549 y 1552 por Juan Dávila, hijo de los yacentes. La tumba cuenta con ornamentación renacentista: esfinges en las esquinas y medallones de Santiago y San Juan evangelista. 

El epitafio reza: “Los señores Juan Dávila y doña Juana Velasquez de la Torre su mujer, amos del muy alto y muy poderoso príncipe don Juan; finaron el Sr. Juan Dávila año de MCCCCLXXXVII y la Sra. D. Juana año de MDIIII”.

A los lados del altar de la capilla se encuentran dos nichos de piedra berroqueña. Uno de ellos pertenece al hijo de los ayos, Juan Dávila, que fue abad de Santa María del Burgo, en Burgohondo, su sencilla tumba presenta la siguiente inscripción: “Aquí yace el muy Iltre. y Rmo. Sr. D. Juan Dávila abad de las abbs. de Alcalá la Real y Burgo el Hondo…”. 

El otro pertenece a un descendiente del matrimonio, el primer conde de Uceda, el abulense Diego Velázquez Dávila y Mejía de Ovando; a su mujer, Leonor de Guzmán, y al hijo mayor de ambos, Juan Velázquez Dávila, primer marqués de Loriana.

Otra de las capillas laterales nos muestra el sepulcro del dadivoso don Fernán Núñez Aralte, obra de Vasco de la Zarza, que aunque fue enterrado en la iglesia de San Miguel de Ocaña junto a sus padres, por su expreso deseo, su cuerpo fue posteriormente trasladado al convento a instancias de su esposa, doña María DávilaSe trataba de un sepulcro elevado sobre zócalo de cabezas de león, a semejanza de las que se ven en el que pertenece a los restos de doña María Dávila, en el convento de las Gordillas.

Foto recogida de:httpsserzisanz.files.wordpress.com201409retrato-en-albastro-de-d-maria-davila.jpg

 En el frontal, figura infantil envuelta en gasas sostiene unas cintas en las manos de las que pendían dos calaveras. A sus pies quedan restos de figuras de reptiles. Las esquinas las ocupan unas voluminosas esfinges de cara infantil. Merece especial atención el pequeño paje puesto ahora a los pies de su amo.

Sobre el basamento se eleva el medio cuerpo superior de D. Fernán, apoyando la cabeza sobre almohadones, mostrando un rostro enérgico y anguloso de fina y larga nariz y ojos extremadamente profundos. El cabello lacio peinado en melena cubierto con una ligera gorra, su rostro muestra una conmovedora expresión de dolor, no vista hasta ahora en sepulcros de este estilo. Viste armadura y sobre ella, manto o capa de grandes pliegues. Luce collar propio de su rango. 

Otra capilla que debemos tener en cuenta es la Capilla del Cristo de las Angustias o de la Agonía, de Gil de Siloé, donde se encuentra el confesionario de Santa Teresa, donde esta tuvo una visión el 15 de agosto de 1561. Fue un lugar muy importante en la vida de la santa, hasta allí iba para confesarse con el padre Ibáñez casi a diario, que medió con el Obispo de Ávila y el Provincial de los Carmelitas, para que Santa Teresa pudiera fundar la Orden de los Carmelitas Descalzos

El altar mayor abarca un retablo de Pedro Berruguetecomenzado en 1494


Formaba parte de un ciclo iconográfico ideado por Torquemada en relación con el monasterio como sede del Tribunal de la Inquisición, con cuatro escenas de la vida de Santo Tomás de Aquino y los santos Esteban, Agustín, Juan Evangelista, Mateo, Jerónimo y Sebastián en la predela, un santo intelectual que utilizaba su sabiduría para vencer las herejías. Se completaba con otros dos retablos laterales dedicados a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden, la más relacionada con la actividad inquisitorial, y a San Pedro de Verona, inquisidor y mártir que murió asesinado por los herejes, hoy desaparecidos y con cuatro tablas del de Santo Domingo conservadas en el Museo del Prado.




Sus estancias albergaron los últimos años del primer Inquisidor General de Castilla, fray Tomás de Torquemada, hasta su fallecimiento ocurrido el 16 de septiembre de 1498Hay constancia de que Torquemada fue enterrado bajo un pequeño altar, en la Sacristía. Pero en 1.699, un incendio acabó con la dependencia, cuando la reconstruyeron siguieron unos planos diferentes y parece que se perdió la referencia de dónde estaba la tumba.



Otra parte destacada de la iglesia es su Coro, al que se accede subiendo por unas hermosas escaleras de granito del siglo XV, desde el Claustro del Silencio. 


Desde el coro destacan las bóvedas del templo, excepcionales por sus proporciones arquitectónicas y sus condiciones acústicas. La magnífica sillería, es de gran tamaño, con nada menos que 45 sillas en la fila superior y 34 en la inferior. 


El conjunto es obra de Martín Sánchez de Valladolid, quién también realizó el Coro de los Padres en la CARTUJA DE MIRAFLORES (enlace a nuestra publicación) en Burgos. 


Señalar que allí están enterrados los padres y hermano, de la reina Isabel I.

Sepultura de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal. 


Sepultura del infante Alfonso de Castilla, hijo de los anteriores y muerto en extrañas circunstancias. 


La sillería tiene forme de "U" está presidida por la silla del obispo, bajo el escudo de Carlos V, aunque este no había nacido aún. Sobre las sillas altas corre una ancha franja colgante de exquisitas filigranas terminado en unas pequeñas cruces que sirve de dosel a las sillas. Los respaldos con dibujos geométricos propios del gótico, todos son diferentes.

Las dos sillas que dan al balcón que asoma a la iglesia, eran ocupadas por los Reyes Católicos y muestran sus símbolos, las flechas (Isabel) y el yugo (Fernando), además de la granada.


Isabel I de Castilla


Fernando II de Aragón

Lo que sorprende también en este Real Monasterio de Santo Tomás, son sus tres claustros en uno de los lados de la iglesia. 

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 El claustro del Noviciado es el más cercano a la entrada, el más antiguo y el de menor tamaño. De estilo toscano y sin ornamentaciones, con un piso bajo de arcos de medio punto sobre columnas ochavadas y otro superior de arcos escarzanos de perfil muy plano. La primitiva iglesia estaba adosada a su panda oriental y alrededor se distribuían el resto de las dependencias conventuales.


 Es curioso que el pozo del claustro no está en medio del patio, como es lo habitual, sino en un lateral. 

Ahora nos dirigimos al claustro del Silenciotambién llamado de los Difuntos, porque era donde enterraban a los frailes.

En el ángulo suroriental, por el que accedemos, se encuentra el Lavabo de las abluciones previas a la comida.

La entrada se realiza por una abertura con un bello calado flamígero.

Con unas medidas de casi 20 metros cada lado y con 2 plantas de altura, es el mediano de los tres claustros. En la planta baja se abren 18 arcos, y en la parte superior 38 arcos polilobulados.

En la panda norte está la Puerta de Gracias y el confesionario de Santa Teresa, este con un banco corrido y un pequeño ventanuco, que desemboca en la capilla del Cristo de las Angustias ya mencionada.

En la esquina de esta con la panda este se abre un arco que comunica con la sacristía, el templo y la escalera de acceso al piso superior. 

En el exterior del claustro destaca la decoración con  los yugos y flechas (símbolos de los Reyes Católicos), escudos de los dominicos y de la flor de lis. Las ataduras de los yugos y las flechas, así como los ramilletes de flores, son todos distintos. Las bolas que también predominan en la decoración y la presencia de flores de granada hacen alusión a la importancia que tuvieron los Reyes Católicos en la construcción de Santo Tomás y al gran acontecimiento de su reinado: la toma de Granada en 1.492.

En esta panda este se abre una de las dos puertas enfrentadas de acceso al recinto central.

Desde aquí accedemos al último de los claustros.



Es el Claustro de los Reyes, zona destinada a palacio de verano de los Reyes Católicos, aunque recientes investigaciones lo datan de época de Carlos V.

Es el claustro más grande y con más luz. Lo forman 40 arcos por su parte inferior y 56 en la superior. No tiene casi ornamentación, a excepción de las bolas que rodean los arcos inferiores, que veremos en muchos monumentos de Ávila, de ahí el nombre Perlado abulense.

En la panda norte, identificada con el ámbito del antiguo Palacio de Verano de los Reyes Católicos, destacan en el área inferior, varias estancias enfiladas entre sí, siendo dedicadas actualmente al Museo de Arte Orientalinaugurado en 1964 gracias al Padre Isaac Lequete.  

Es uno de los dos museos de arte asiático de España, con objetos artísticos procedentes de China, Japón, Filipinas y Vietnam, zonas evangelizadas por los misioneros dominicos desde finales del siglo XVI.

En el piso superior destaca el llamado “Salón del Trono”. El salón central tiene un hermoso artesonado de madera, decorado en sus tabicas con distintos motivos heráldicos (de los Reyes Católicos y de la orden dominica principalmente).

En otras de las salas de esta parte alta sobresale el “Butsudan” o altar de Buda

En el ala sur del claustro de los reyes se hallan las aulas, ya remodeladas, de la desaparecida Universidad de Santo Tomás de Ávila, establecida aquí a mediados del siglo XVI y clausurada en el siglo XIX, donde se graduaría Gaspar Melchor de JovellanosPor esta razón, este claustro también se denominó Claustro de la Universidad.

Destaca su puerta monumental con un gran escudo pintado con las armas de Portugal (1580-1640), sobre el que se accede al Aula Magna, recientemente restaurada.

En el interior de esta se pueden observar distintos frescos en los laterales.


Y por último, visitamos, en la panda este del claustro, el Museo de Ciencias Naturales. Contiene un museo de taxidermia. La mayoría de las piezas fueron traídas por los Dominicos, incansables trotamundos que llevaron la fe a rincones de Asia como China, Japón y Filipinas.

TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:

https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Monasterio_de_Santo_Tom%C3%A1s_(%C3%81vila)

https://monasteriosantotomas.com/

https://www.arteguias.com/monasterio/realmonasteriosantotomasavila.htm

https://www.viajesdeprimera.com/espana/castilla-y-leon/real-monasterio-de-santo-tomas-de-avila-curiosidades/1083

https://www.mibauldeblogs.com/visitar-real-monasterio-santo-tomas-avila/

 https://www.facebook.com/groups/38344291233/permalink/10157904103616234/ 

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