La visita a la Villa de Medinaceli será un maravilloso viaje en el tiempo, un recorrido por su historia que nos llevará a conocer su interesante patrimonio y los personajes importantes que aquí dejaron su huella.
Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico el 28 de noviembre de 1963, y ganador del Premio Municipio Turístico de la Provincia de Soria en dos ocasiones, también está incluido en la calificación de los Pueblos más bonitos de España.
Comenzamos nuestra visita, accesible a personas con movilidad reducida, en el Arco romano construido en el siglo I, principal entrada a la ciudad y único en la península ibérica de tres arcadas .
Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 9 de agosto de 1930.
El origen de esta Villa se encuentra en la antigua Occilis, ciudad celtibera de los belos, que ocuparon la parte alta del valle del río Jalón para levantar su asentamiento. Más tarde, los romanos se instalaron sobre un cerro al este de esa ciudad fundando la Occlis Romana, que durante la dominación de Hispania sirvió como campamento en su empresa de conquistar la ciudad celtibérica de Numancia y aquí comenzó a explotar las salinas en el valle, actividad que continuaría hasta 1994.
A los pies del asentamiento discurre la vía XXIV, la que une Caesar Augusta a Emerita Augusta por Toletum.
Seguimos hacia la muralla y el mirador del Cid. Cuenta la tradición que, en este lugar recogieron las huestes del Cid a su mujer e hijas para partir junto a él a su exilio en tierras valencianas. Creen que el autor del Cantar, o uno de los autores, pues se cree que fueron varios, pudo ser de Medinaceli.
En nuestro camino hacia la plaza de San Pedro, se nos aparece alguna casa blasonada.
Seguimos el paseo y frente a nosotros se nos aparece el castillo, siempre vigilante. Fue alcazaba árabe, ya que en esa época, fue capital de la Marca Media y posteriormente frontera entre Castilla y Aragón.
En su Alcázar, parece, según algunos autores, fue sepultado el caudillo Almanzor, procedente de MEDINA AZAHARA, en agosto del 1002, presuntamente en la retirada de la batalla de Calatañazor, en la que según el romance sostiene que «en Calatañazor Almanzor perdió el tambor». De hecho, se sabe que en su última incursión que tenía como objetivo la destrucción de los monasterios de YUSO y de SUSO, en San Millán de la Cogolla, uno de los focos espirituales de la cristiandad hispana, Almanzor se puso a la cabeza de su ejército durante esta, su última campaña, tras quemar el cenobio riojano, decidió una apresurada retirada hacia sus bases en Medinaceli, quizás por haber sido herido en esta incursión o por su edad ya avanzada (setenta y cinco años), el caso es que su salud se deterioró hasta el punto de que sucumbió de camino, en las cercanías de Bordecórex, tras repeler los ataques cristianos, según los estudios. |
El paseo, ahora nos acerca a la puerta árabe, también llamada del mercado y junto al arco romano, uno de los dos accesos por la muralla que en la actualidad se conservan en la villa, de los ocho que tenía originalmente.
Muy próxima a la puerta, se encuentra también la ermita del Beato Julián de San Agustín, conocido como Fray Julián de Alcalá, hijo ilustre de esta villa. Se construyó la ermita entre 1841 y 1845 a cargo del ayuntamiento y los vecinos de la villa de Medinaceli, en el mismo lugar que ocupaba la casa donde nació en 1553 y en el que previamente se había construido una pequeña capilla.
Entre ellos cuales se encuentra la Alhóndiga, pequeño edificio del siglo XVI reconocible por su fachada de doble galería con cuatro arcadas en cada una y por el escudo ducal que preside su entrada. Nació como casa pública destinada al comercio de cereal; la planta superior se convirtió en Casa del Concejo.
Se trata, probablemente, de la construcción más antigua de la
plaza, y su construcción llama la atención desde un primer momento, siendo aún
hoy el edificio más fotografiado por viajeros y turistas.
La parte trasera fue la cárcel del partido judicial.
Otro de los edificios destacados, es el anteriormente mencionado Palacio Ducal de Medinaceli, edificio renacentista construido a lo largo del siglo XVII como sede de la Casa de Medinaceli, cuyos escudos están dispuestos en la fachada. Cayó en desuso ya durante el siglo XIX y se deterioró hasta la ruina casi total, estado en el que estuvo durante décadas hasta que concluyeron parcialmente los trabajos de restauración iniciados a finales de los años noventa. Fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 1 de junio de 1979.
En su interior distribuido entorno a un patio de dos pisos, se inauguró en diciembre de 2008 un museo dedicado a exposiciones culturales, con diez salas que ocupan la práctica totalidad de la planta baja del antiguo palacio.
En él se muestra el mosaico de la calle San Gil, descubierto con motivo de la remodelación de la vivienda bajo la que se hallaba. Lo excavaron los arqueólogos C. Núñez y J.J. Fernández entre los años 1984 y 1985. Está datado en la segunda mitad del siglo II d.C.
Está organizado mediante cuatro franjas de motivos geométricos y figurados, enmarcadas por elaboradas cenefas. La ejecución es muy buena, con rica policromía (negro, granate, amarillo, marrón, verde y blanco). En el panel central, rodeado por una línea de espiga, se disponían seis animales fantásticos, en grupos de dos y separados por sendos motivos de cestería. Los monstruos híbridos que se reconocen son una esfinge andante, un sátiro marino y un grifo. También se distingue parte de un pájaro que pudiera pertenecer a una arpía o sirena.
Desde la plaza mayor se puede vislumbrar la torre de la Colegiata, que aparece como un elemento arquitectónico más.
Continuamos
el tranquilo paseo saliendo de esta plaza por la esquina que comunica con
la Plaza Azotea, donde nos llama la atención una curiosa figura de la Virgen
con el niño, situada en la esquina de una de las viviendas que cierran esta
pequeña plaza.
Más adelante, siguiendo la Calle San Román, antigua calle de la Sinoga o Sinagoga y vía principal de la judería de Medinaceli, nos topamos con la bonita Casa Palaciega El Cuartel es de finales del siglo XV y hoy se ha reconvertido en un hotel-restaurante.
Esta calle
es la que nos acerca a las ruinas del Beaterio de
San Román, una de las 12 iglesias que llegó a cobijar el recinto murado
de Medinaceli. Por su construcción, denotaba ser el templo más antiguo de la
villa ya que según Nicolás Rabal pertenecía “al estilo románico o más bien
mudéjar, pues tiene un tinte árabe muy marcado”.
Algunas teorías sostenían que el primitivo templo había sido una sinagoga. En la actualidad debido a su lamentable estado de conservación, se encuentra en la Lista Roja del Patrimonio y no es posible su visita.
Detrás de estas ruinas, unos metros fuera del perímetro de la muralla, puede visitarse la antigua Nevera Árabe, que fue utilizada durante siglos para preservar alimentos mediante la nieve que se conservaba bajo su bóveda, y gracias a su disposición en la ladera norte de la meseta.
Reanudamos el paseo por su entramado de pequeñas calles y pasadizos para llegarnos a la Plaza del Carmen.
Se trata de un edificio de estilo gótico tardío erigido en el lugar de
una iglesia románica de la que solo queda la cripta bajo el altar mayor. La otra
puerta del siglo XIX, da a la Plazuela de la Iglesia, y está cobijada por un
pórtico de tres arcos de medio punto. En su interior, destacan la Rejería
gótica (1634), que sirve para cerrar el Coro y la Capilla Mayor, y que guarda
también la hermosísima talla en madera del Santísimo Cristo de Medinaceli, donada
en el siglo XVI por los duques.
En esta plazuela también nos llama la atención el edificio de una fábrica de pan y bollería.
En las
últimas décadas, la Villa ha sido restaurada intensivamente, conservado el
encanto de ciudad medieval y así, a cada paso, iremos descubriendo hermosos
rincones.
Finalizamos nuestra visita a Medinaceli en la Ermita el Humilladero, un pequeño templo cristiano de estilo renacentista situado en la encrucijada de caminos que conducen a varios pueblos y a Soria, construido con la intención de purificar el alma de toda persona que pasase por el lugar y dedicase un poco de su tiempo a rezar a la cruz de su entrada.
En su
elegante portada de doble arcada hay una inscripción que dice: "Empezóse esta obra en el año de 1568 y
acabóse en 1569, con las limosnas de los cofrades de la Santa Vera-Cruz y la
Humildad ó Soledad".
La sencillez de su arquitectura no la hace menos bella que las grandes iglesias y catedrales pero, por desgracia, el paso del tiempo ha hecho mella en su interior, visible por una pequeña ventana en la puerta, donde los frescos están agrietados e incompletos.
TODA LA INFORMACIÓN
INCLUIDA EN ESTA PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
https://www.20minutos.es/noticia/1438216/0/medinaceli/joya-medieval/castilla/
https://es.wikipedia.org/wiki/Medinaceli#Patrimonio
https://lacosmopolilla.com/que-ver-en-medinaceli-uno-de-los-pueblos-mas-bonitos-de-soria/
https://www.terranostrum.es/turismo/un-paseo-por-medinaceli
https://www.sorianitelaimaginas.com/localidades/medinaceli/
https://www.recuerdosdemimochila.com/medinaceli-en-un-dia/
https://www.arteespana.com/ciudadromana/occilis.htm
https://www.publico.es/viajes/medinaceli-la-occilis-de-los-romanos/
https://www.viajesyrutas.es/2017/03/medinaceli-cerca-del-cielo-soria.html
https://www.guiarepsol.com/es/fichas/monumento/ermita-del-humilladero-10764/
https://www.monumentalnet.org/monumento.php?r=SO-42113000900-ERM-HUM&n=Ermita%20del%20Humilladero
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