MARAVILLAS DE CASTILLA Y LEÓN: VERRACO DE TORO, ZAMORA

A la escultura del verraco de toro parece que le falta la cabeza, pero es piedra tallada de nada menos que del s.V. a. C., y puede deberse a la erosión. Además sus 'hermanos' (los distintos toros que hay repartidos por la meseta ibérica, VERRACO DE LEDESMA y VERRACO DE CIUDAD RODRIGO), no son diferentes; o sí, porque algunos se parecen incluso a un jabalí.

Son prerrománicos y su posible uso ha dado lugar a especulaciones: símbolo de fertilidad, límite de zonas de pastoreo o usos funerarios. Lo que sí está claro, es que el verraco celtibérico de Toro dio nombre a la localidad, y aparece ya en el primitivo escudo de armas sobre un campo verde.

Esta escultura pertenece al grupo de los denominadas “Verracos”, típicos monumentos cuyo origen hay que buscarlo en en la etapa final de la Edad de Bronce y principios de la Edad de Hierro. La escultura tiene unas medidas de 250 x 95 x 66 cm. Es de granito, y de su análisis se ha deducido que dicho granito procede de la zona de Ávila. La figura tiene roturas en las patas y el hocico, y una gran hendidura en el lomo derecho, presentando también huecos en la cabeza al nivel de las astas y otra igual en cada costado.